Logran neonatólogos del ISSEMYM salvar a León Nicolás, un bebé prematuro que hoy celebra dos años y medio de vida

La historia de León Nicolás es ejemplo de lucha, amor por la vida y profesionalismo médico por parte de los especialistas del Hospital Materno Infantil del Instituto de Seguridad Social del Estado de México y Municipios (ISSEMyM).

Con tan sólo dos años de edad, el pequeño León Nicolás es una leyenda que se cuenta entre los pasillos de este nosocomio, pues él nació, de forma prematura, a las 25 semanas de gestación, lo que trajo consigo una serie de complicaciones que lo pusieron al borde de la muerte.

Sin embargo, el amor de sus padres, su deseo de vivir y la intervención y cuidados de los galenos de este Instituto lo llevaron a lo que es hoy, un niño completamente sano y como cuenta su madre, Adriana Flores Ocampo, un bebé de muy buen apetito.

“Es muy contento, muy alegre, perece un niño que, nada más por sus cicatrices en el cuello y en las manos, por las canalizaciones que tuvo, no parece que hubiera sido prematuro. Es muy alto, su papá y yo somos muy altos, entonces se ve incluso mayor de dos años, come muchísimo y como un niño normal, lo único que tiene es que es muy flaquito, pero es un niño completamente sano”, señaló Adriana.

Contra todo pronóstico, León Nicolás, quien pesó menos de un kilogramo al nacer, una talla de 33 centímetros y con una probabilidad de sobrevivencia menor al cinco por ciento, pudo salir adelante gracias a la atención y cuidados médicos que, en terapia intensiva, le procuró el equipo de médicos y enfermeras especializado del área de Neonatología del ISSEMyM.

“La estancia de León Nicolás, que es el bebito que atendimos nosotros, se prolongó a más de 100 días, sí, tres meses aproximadamente en terapia intensiva, requiriendo ventilación mecánica, presentando complicaciones a nivel pulmonar, cardiaco, renal, intestinal y, bueno, todo eso es una serie de pasos difíciles principalmente para la familia, para nosotros, como médicos, enfrentarnos a tratar a un bebé prematuro no es algo sencillo”, señala Martha Garduño Rebollo, especialista en Pediatría y Neonatología del área de Neonatología del Hospital Materno Infantil de este Instituto.

“Llegué aquí el 25 de agosto de 2016 porque tenía dolores en el vientre, cuando me revisaron estaba en trabajo de parto sin probable causa, sin ninguna razón aparente, trataron de contener el trabajo de parto pero al final, ya el lunes 29 de agosto, ya había roto membranas y no pudieron hacer más.

“Ginecológicamente me habían dicho que tenía 25.2 semanas de gestación, entonces el primer diagnóstico fue que León Nicolás fallecería en las primeras 24 horas”, relató Adriana, quien es derechohabiente y enfrentó noticias médicas adversas desde las primeras horas del nacimiento del bebé hasta los días posteriores.

Ante este oscuro escenario, en algún momento el área de servicio social de la institución sugirió a la madre del bebé prepararse para lo peor y se le puso en contacto con personal de apoyo sicológico.

“Para poder hablar sobre un proceso de despedida y, sí, ese día fui con la tanatóloga y me dijo que era conveniente que me despidiera, que fuera buscando las palabras para yo decirle al bebé que se podía ir y pues me resistí, no quise, fui con mi bebé y le dije “si tú te quieres ir, pues mi amor siempre va a estar contigo, pero yo quiero que estés aquí, yo quiero que luches”, señaló la madre.

“Mi esposo es músico, entonces él venía todos los días y le cantaba y todos los días veníamos a decirle que lo esperábamos en casa, que estábamos muy orgullosos de él y su lucha que es una lucha de papá, mamá y bebé, que siempre íbamos a estar con él, que le pasábamos nuestra mejor energía para que se fortaleciera”, comentó.

Tras este tortuoso proceso, León Nicolás empezó remontar su situación y finalmente fue dado de alta el 12 de diciembre de 2016.

A la fecha, el pequeño continúa recibiendo atenciones y cuidados por personal médico de la institución que, de manera regular, atiende nacimientos prematuros en este hospital, los cuales llegan a superar la media que es de uno de cada 10 nacimientos.

“El ISSEMyM ha proporcionado para nuestro hospital toda la infraestructura que se requiere para tratar a un bebé prematuro. Actualmente se encuentra entre los hospitales donde se brinda una mejor atención a los pacientes porque se tiene la infraestructura, se cuenta con todos los medicamentos necesarios y con los especialistas que se requieren para atender a este tipo de pacientes”, indicó la Pediatra Neonatóloga.

Agregó que este Hospital, considerado de tercer nivel, cuenta con “ventiladores sofisticados, con tratamientos muy actuales y todo lo que llegue a requerir un paciente y eso es una gran ventaja, tanto para ellos como para el personal que laboramos aquí porque de eso depende el éxito de nuestros pacientes, que se vayan a casa, que nosotros podamos entregar a un bebé sano o en las mejores condiciones posibles a los papás y afortunadamente se logra”.

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