De mediados de diciembre y hasta finales de marzo ocurre algo grande en el Pacífico mexicano y el mar de Cortés: llegan las ballenas grises a reproducirse, desde el mar de Bering.
Los avistamientos de estos magníficos cetáceos es uno de los grandes atractivos de Baja California Sur y, por ello, existe una ley federal de protección que busca la tranquilidad de estos enormes animales para que jueguen y alimenten libremente a sus crías y les enseñen a sobrevivir en su entorno natural.
Los saltos que dan estos mamíferos puedes observarlos en varios espacios abiertos al público: Puerto López Mateos y San Carlos, Guerrero Negro, Bahía Magdalena, la laguna Ojo de Liebre y la de San Ignacio.
Dichas lagunas son santuarios de la ballena gris y forman parte de la Reserva de la Biósfera El Vizcaíno, el Área Nacional Protegida más grande del país y una de las más extensas de América Latina, la cual fue declarada como Patrimonio de la Humanidad en 2007.
Bahía Magdalena es otro de los santuarios a donde llegan estos ejemplares; se ubica en la costa occidental de la Península de Baja California y es el más grande de los cuatro humedales de la península.
Para disfrutar de este espectáculo debes contactar el touroperador de certificados y especializados en dicha actividad para asegurar el cuidado y respeto de las ballenas.
Con información de : informador.mx