Especialista afirma que un perro Chihuahua es más agresivo que un pitbull

Aunque los perros tienen distintos temperamentos, lo que define su forma de ser es el entorno en el que se desarrollan, por ejemplo, un perro chihuahua puede ser mucho más agresivo que un pitbull, aseguró el médico veterinario zootecnista Héctor Daniel Acosta.

“Considero que un pitbull es un perro más reactivo en cuestión de las emociones que perciben, son más sensibles, pero como todo perro, si no se le guía puede ser agresivo, depende de la crianza que se le tenga y los cuidados obviamente. La raza no define la agresividad de un perro, no como tal, simplemente es una cuestión de temperamentos, hay perros más dóciles que soportan el contacto humano, que tienden a ser más amables y hay perros que tienden a ser mucho menos tolerantes, puede ser que los pitbull sean más reactivos pero los cuidados son fundamentales», explicó el especialista.

Normalmente -compartió- los perros dan señales cuando sienten invadido su territorio levantando los labios y mostrando los dientes, aunque también hay excepciones en las que atacan sin previo aviso.

En el caso relacionado con la menor de edad que perdió la vida por el ataque de perros de esta raza, el doctor opinó: “Interfiere el propietario o dueño porque si no se les dan los cuidados en cuestión de espacio, de ejercicio, de alimentación, medicina preventiva, naturalmente el perro tiende a ser un ermitaño que no tiene contacto con otro tipo de mascotas, puede estar más a la defensiva con el poco territorio que tenga”.

Entre los tipos de mordida que puede dar un perro se encuentran la de tijera, en la que la posición de los dientes incisivos quedan unidos por detrás de la mandíbula superior. El doctor consideró esta mordida como una de las más agresivas, aunque se encuentran también la mordida de pinza, en la que los incisivos superiores e inferiores chocan.

“En específico en los pitbull tienen esa mordida de tijera. En el caso de la pequeña, posiblemente la mordida desgarró gran parte del músculo, cuando los perros muerden perforan y hacen un hoyo considerable, de tres a cuatro centímetros, pero no sólo perforan, también desgarran los músculos. Hace tiempo nos trajeron un poodle que fue lastimado con la mordida de tijera y al principio solo se veían dos orificios, cuando nosotros incidimos con el proceso de limpieza y supervisión realmente todo lo que estaba debajo de la piel estaba desgarrado y necrosado, estaba muerto. El problema está debajo de los dos orificios, cuando llegan pacientes mordidos se les comenta que la sanación es lenta y dolorosa.

Con información de : eluniversal.com.mx

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