Durante la inauguración de la nueva sede del Salón de la Fama en esta ciudad y la cancelación de un timbre conmemorativo alusivo al deporte que le atrae, el presidente Andrés Manuel López confesó su pasión:»Es tanto el afecto que le tengo al beisbol que, dicho sea de paso, todavía juego, todavía macaneo y sigo bateando arriba de 300″.
Auspiciado y financiado por el empresario Alfredo Harp Helú, el salón se reabrió tras cinco años de permanecer cerrado.
López Obrador recordó que para este año ya existe una partida destinada a fomentar el desarrollo de este deporte mediante becas a jóvenes para sacar prospectos y, en los casos en que «no den el ancho», se conviertan en maestros de educación física.
Fuertemente aclamado por las personalidades del beisbol que acudieron al evento, Harp Helú será quien financie la remodelación del estadio de los Algodoneros en Guasave, que a partir de la próxima temporada regresarán a la Liga Mexicana del Pacífico.
Ante las glorias pasadas de este deporte, López Obrador rememoró que desde la infancia se apasionó por el beisbol, cuando jugaba como jardinero central, cuando llegó a ser prospecto, según dijo, de Grandes Ligas.
Contó anécdotas de su niñez, cuando jugaba descalzo al beisbol, como se usaba en el trópico. Todo ello para exaltar la importancia del nuevo recinto para los inmortales del beisbol.
Con información de: jornada.com.mx