Con la inteligencia que los caracteriza, y con el aliciente de un penal fallado por su acérrimo rival, los Tigres de Ricardo Ferreti se coronaron por sexta ocasión en su historia.
Apenas se olvidaban los nervios previos al silbatazo inicial, cuando el poderío ofensivo de Rayados modificó el marcador. El goleador argentino, Rogelio Funes Mori, bajó con el pecho un largo balón para que de primera intención, con todo el empeine derecho, Dorlan Pabón cruzara a Nahuel Guzmán y consiguiera la prematura ventaja.
Tigres, con la necesidad de revertir los cartones desde tan temprano, latigueó al frente, pero los espacios en su zona baja también fueron aprovechados por La Pandilla; la final de vuelta se convirtió en un juego de ida y vuelta, sumamente vertical, para el deleite de los espectadores en las butacas del BBVA y los millones que siguieron la acción por televisión.
El concierto futbolístico en el primer lapso lo dirigió la Autónoma de Nuevo León, situación que no incomodó a los locales, pues el planteamiento del Turco Mohamed era ese, prestarle el balón a Tigres y lastimar con la velocidad cuando lo recuperara, pero no esperó el panorama al culminar los primeros 45’.
Cuando el juego parecía más calmado, Eduardo Vargas se movió a pocos centímetros del área rival, le respetaron el esfuerzo y el disparo, que llevaba poca fuerza, superó la mano derecha del arquero Hugo González.
Pero la paridad duró muy poco, porque Francisco Meza, quien inició el partido por la expulsión de Hugo Ayala en la ida, encontró un centro a modo, procedente del primer tiro de esquina para Tigres, y silenció a la abrumadora mayoría de aficionados rayados. Los felinos se fueron al medio tiempo con el campeonato en las manos.
Mohamed modificó su línea defensiva, con la entrada de Luis Fuentes por José María Basanta, y el último llamado a la cancha llegó para los jugadores.
Rayados puso a trabajar al portero Guzmán con la iniciativa ofensiva. En dos ocasiones, el seleccionado argentino se estiró para mantener la diferencia a su favor, pero la insistencia de Monterrey lucía incontrolable, y una serie de rebotes terminó por darle la oportunidad, desde los 11 pasos.
Pero Avilés Hurtado, uno de los atacantes más certeros del futbol mexicano, negó la gloria y con un disparo repleto de nerviosismo, elevó de más el penal que significaba el empate global.
Todavía en la disputa, con segundos restantes, Neri Cardozo se hizo expulsar con una plancha artera sobre Javier Aquino, pero nada evitó que los universitarios levantaran su sexto cetro: la confirmación del extraordinario trabajo que, una vez más, capitaliza el estratega Ricardo Ferretti.
Con infomación de: 24-horas,mx