Que comience la función

Damas y caballeros, tercera llamada, tercera.

Las tres pistas están listas. Los actos han sido preparados para el agrado del respetable.

Cada uno de los participantes ha demostrado porque están en este, a veces, simiesco espectáculo.

Tercera llamada, tercera… comenzamos.

Comenzaron las precampañas y con ellas el bonito show de las figuras que buscan ser los elegidos por el pueblo.

La política, esa mezcla de circo y zoológico, nos inundará con su tara de promesas y ficciones hasta hacernos decidir – eso espero- qué será lo mejor para los aztecas de este siglo (hambrientus, gasulinasus, peñus).

A mí me caen bien los políticos por sus imperiosa necesidad y necesidad, a demás de curiosa fascinación por hacer el ridículo y justificar el fracaso.

Seres que se exponen a todo con tal de demostrar que peor no podemos estar y que, con ellos de la mano, el camino a la fregada es más colorido.

Desde hoy, los que buscan gobernarnos demostraran su terco esfuerzo por por fracasar ante los ojos de los demás.

Pero no le sigo. Ya comenzó la función.

En la pista roja, ya se prepara “Feyo el heredero del Mazo”. Ha vivido del circu sus últimos cuarentaytantos años. No le sorprenden las luces ni los reflectores. Dejó un osito de peluche – en su infancia- en la casa Estado de México, y ha jurado regresar por él.

Luce unas mayas en color verde, blanco y rojo y se ha cortado el copete pues a veces se le baja y no lo deja ver.

En la pista azul, desde la jaula de los changos el domador fue encerrado. Nadie sabe qué acto se prepara ahí. Tenían la oportunidad histórica de abrir el espectáculo y ahora, parece, sólo se conforman con el puesto de palomitas que hay en la entrada.

Se dice que una mujer (¿barbuda?) podría ser su gran número. Sólo que a la que tenían la rasuraron en otro circo y le quietaron su atractivo.

En la tercera pista, la tabasqueña, otra mujer prepara su lanzamiento desde el cañón. Le han puesto pólvora desde hace unos años y la elevación comienza a crecer. El mechero es tabasqueño y dice que él sí sabe hacia dónde va a alanzar a la mujer bala. Hay, del otro lado de la pista, una red que dice Presidencia. ¿Alcanzará el mechero a mandar a Delfina,  “la balita del Valle”, hasta la red?

Finalmente, en la pista amarilla, sobre una cuerda floja, ya se prepara Juan “El faquir”, Zepeda. Se hizo famosamente reconocido por la aparición de su imagen en desaparecidas revistas que terminaron en unos chafísimas espectaculares.  Todos coinciden en que es buena persona. Tuvo su propio circo en Neza, muy cerca de Buenavista, Buenavista, Buenavista.

Comienza la función. Cada una de las pistas pelea por  la ignorancia del respetable que sigue comiendo camote con la Lechera.

“La democracia es el arte de administrar el circo desde la jaula del chanco”, dice L. Mancken

“¿Por qué entregar el trofeo del  poder al que tiene el talento de impresionar al ignorante?” remataba.

Ha comenzado el circo. Ya va siendo hora de que nosotros, los espectadores, participemos en el acto.

Nos encontramos en @gfloresa7

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