El encuentro entre merengues y águilas, resultado normal

¡Y AQUÍ ESTÁ

 

Ni el América dio un gran partido, ni el Real Madrid tampoco. Así resumiría yo lo que pasó en el partido semifinal del Mundial de Clubes realizado en Yokohama, Japón entre águilas y merengues. Y digo que no dieron un gran partido porque definitivamente no fue un juego brillante y espectacular con muchas oportunidades de gol  y en el que estuviera latente ya sea la goleada del cuadro español o la sorpresa del conjunto mexicano. Pienso que el duelo se desarrollo exactamente como cualquier aficionado al futbol lo esperaba (aficionado que no fuera partidario de uno u otro porque ¡vaya que son recalcitrantes los seguidores de ambos clubes!). Con mayor posesión de balón, con la obligación de buscar el gol, el triunfo y de ser posible la goleada por parte de los madridistas y con un América defendiéndose y buscando un contragolpe, un error, o un descuido de la defensa rival para dar la sorpresa. No pasó nada de eso; el Real Madrid dominó, hizo un gol en cada tiempo, durante los minutos de reposición en ambos casos, y el América no encontró nunca la posibilidad de hacer daño de verdad en la meta de Keylor Navas, si acaso una llegada mas o menos peligrosa culminada por Oribe Peralta.

Hasta aquí todo normal; sin embargo, para el técnico americanista Ricardo Antonio La Volpe, el partido estuvo parejo y lo pudo ganar cualquiera… no sé si vio otro encuentro o es tan vivo que ahora nos querrá vender la idea de que, «gracias a su genial dispositivo», las águilas hicieron un «partido histórico» y que el resultado es lo de menos, tal y como lo hizo con lo ocurrido en la Copa Confederaciones del 2005 en la que, dice él, el mundo habló maravillas del futbol mexicano, aunque quedó en 4o. lugar de 8 participantes. Ojo con esto; ante las críticas de que La Volpe gana muy pocos títulos en relación con la cantidad de torneos que disputa, el «bigotón» siempre ha manifestado que lo principal es el desenvolvimiento futbolístico de sus equipos y no los logros. Yo no creo que en el América compartan esa opinión y la dirigencia no se va a conformar con haber tenido una «destacada actuación ante el Real Madrid» y no ganar el título del Apertura 2016. Y es que ése puede ser el pretexto «lavolpiano» si acaso no gana la final.

Ahora viene la disyuntiva de qué cuadro utilizar para buscar el tercer sitio el domingo (una de la mañana por Televisa Deportes plataforma de Las Estrellas) frente al Atlético Nacional, ya que el próximo jueves estarán enfrentando a Tigres en el partido de ida de la Gran Final de La Liga MX y sería lógico que se reservara a los titulares para el compromiso en México. En mi opinión, las águilas deben enfocarse en la Gran Final mexicana porque están casi obligadas a ganarla dada su investidura de CLUB GRANDE. Algunos dirán que es muy importante obtener el tercer lugar del Mundial de Clubes ya que sería la mejor posición lograda por los de Coapa en este tipo de competencia y es lo máximo que ha obtenido un equipo mexicano (Monterrey ya lo hizo), pero a una institución como el América no le va a bastar, para nada, con haber hecho un partido digno frente al Real Madrid, quedarse con el tercer puesto en Japón y conformarse con el subcampeonato en México, aunque La Volpe diga que no son importantes los títulos.

ESTADIO GRANDIOSO PERO… ¿Y EL PLANTEL?

Ya que hablamos de equipos grandes hoy voy a hablar del Deportivo Toluca que durante el próximo torneo reabrirá su estadio, el NEMESIO DIEZ, que va a quedar de SUPER LUJO. Lástima que, quizá por estar enfocados en el estadio, la plantilla de los Diablos Rojos apenas vaya a ser reforzada. No tengo nada contra los nuevos refuerzos pero si en el centenario del club se quiere ganar el título además de la reconstrucción del estadio, el Toluca se tendría que haber hecho de varios jugadores de altísimo nivel que compitan con los futbolistas de Tigres, Monterrey, América o Pachuca por citar algunos, porque de otra forma no se ve como se pueda clasificar a la liguilla y mucho menos pelear por el título del Clausura 2017. ¡Ojalá me equivoque!…

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