Se agandallan sindicatos obras del nuevo Aeropuerto

La apertura de las obras del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) a las grandes centrales sindicales llegó después de seis semanas de bloqueos e interrupciones a los trabajos.
En agosto, Grupo REFORMA publicó que el Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), encargado de organizar las licitaciones y coordinar la construcción de este proyecto, retiró la exclusividad de los trabajos al Sindicato de Trabajadores del Transporte y de la Construcción, Similares y Conexos de la República Mexicana (Sitram).
Esta organización fue creada en enero de 2013, apenas 20 meses antes de que se anunciara oficialmente el proyecto, en septiembre de 2014, y sus estatutos fueron aprobados en abril de 2015, de acuerdo con documentos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
Por esa razón y por no poseer experiencia previa en proyectos similares, levantó sospechas de ser un sindicato a modo.
Semanas antes de que el GACM le retirara la exclusividad había comenzado a negociar para autorizar la participación de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) y la Confederación de Trabajadores y Campesinos (CTC).
Eventualmente, les cedió a éstas 90 por ciento de las obras y el Sitram se quedó solamente con el 10 por ciento restante.
Esto se debió a que sindicatos de transportistas más pequeños, asociados a estas organizaciones, protagonizaron bloqueos y paros en las obras a lo largo de seis semanas.
Las organizaciones gremiales, que agrupaban principalmente a transportistas, acusaron al Sitram de quedarse con la mitad de lo que las empresas encargadas de la construcción pagaban con los fletes.
La empresa Coconal, encargada de la nivelación de los terrenos, ya había informado a Grupo REFORMA sobre los bloqueos que, en su caso, duraron tres semanas y los obligaron a negociar con el GACM una ampliación del plazo para concluir sus labores, de enero a abril del 2017.
Sin embargo, la empresa eventualmente logró recuperar el tiempo perdido y ahora calcula que entregará la obra en diciembre de este mismo año, pero el propio Grupo Aeroportuario confirmó que las afectaciones duraron el doble de tiempo.
La situación se tornó crítica porque los bloqueos ocurrieron en marzo, justo en plena temporada de estiaje, cuando mejor se puede trabajar en esos terrenos.
Debido a la abundante precipitación de la zona y a las características del suelo, que es blando, los trabajos son más complejos durante la época de lluvias, detalló el GACM.

FUENTE: reforma.com

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