¿Qué le pasó al Tri en Río?

¡NO PASA NADA!

Tema obligado: selección mexicana de futbol eliminada de los juegos olímpicos. Sin duda que esta situación ha levantado ámpula en los diversos sectores de nuestra sociedad y no sólo en el ámbito del deporte. Ya sabes…tratándose de futbol todo mundo opina, le guste o no el futbol, sepa o no de futbol, y ahora que hay evento olímpico surgen, quien cómo y de dónde, numerosos «especialistas» que se atreven a «ilustrarnos» sobre cualquier disciplina deportiva olímpica: natación, gimnasia rítmica o artística, incluso las más sofisticadas como el tiro con arco o el esgrima. En fin… así somos los mexicanos… ¡y que bueno que así seamos!

Pero regresando al tema, me voy a referir únicamente al asunto futbolístico de cancha; lo que desde mi punto de vista ocurrió en el terreno de juego (y ocurre con frecuencia) en lo que era un partido de alta exigencia para el representativo mexicano. No es que la gente de pantalón largo no tenga ninguna culpa de lo sucedido, (a los mexicanos nos gusta buscar y señalar culpables) al contrario: los directivos deberán asumir su gran responsabilidad en el fracaso del balompié y de todos los demás deportes, pero ése es un tema que abordaremos en otra oportunidad.

Mucha gente, aficionados y comentaristas, calificó de mañosos y hasta marrulleros a los coreanos: que si se tardaban en reanudar el juego en balones detenidos, que si se tiraban al suelo en cada jugada en la que había algún roce, que si le reclamaban todo al árbitro, que si cometían faltas tácticas, etcétera, etcétera. Lo cierto es que el conjunto surcoreano trabajó el partido a conciencia, con una gran planeación, con una disciplina táctica impecable, con una concentración a toda prueba y con DETERMINACIÓN, esta última muy notoria en cada disputa del balón y en cada intento ofensivo, escasos por cierto, pero como ejemplo tenemos el remate que se convirtió en el único gol del encuentro; ¡que manera de desbordar! ¡que forma de pegarle a la pelota! ¡con cuanta convicción le metió el empeine al esférico Kwon Chang-Hoon!… Sí, es verdad, en algunas ocasiones los de la República de Corea se pasaron de la raya en aquello de «manejar el juego» pero estaban plenamente convencidos de sacar el resultado que necesitaban y lo iban a hacer de la manera que fuera preciso. México, por su parte, no hizo un mal partido, incluso estuvo a punto de abrir el marcador en aquél disparo de Cisneros que se estrelló en el poste. Los futbolistas mexicanos le «echaron ganas» sin embargo en un juego de esta magnitud no basta solamente con «echarle ganas», hay que sacar todo el repertorio e inventar lo necesario no solo en cuestión de futbol. También hay que tener oficio, liderazgo, picardía, algo más. No ví a un solo jugador mexicano hablar con el árbitro, no importa el idioma, para al menos indicarle que desde que empezó el cotejo los coreanos se tardaban una eternidad en volver a poner en circulación el balón después de alguna falta o algún saque. Fue desesperante ver, y todavía lo es cuando miro la repetición, como el goleador surcoreano pasó por entre tres defensas mexicanos sin que ninguno le pusiera el alto; nadie de los nuestros entró con la DETERMINACIÓN de parar al rival, incluso con un faul antes de ingresar al área, a fin de impedir la anotación del rival en un momento en el que todavía había chance de ganar el duelo. No… no confundas… no me gusta el juego brusco, sucio y lleno de marrullerías. Tampoco me encanta que en un partido se den patadas al grado de convertir un juego en un campo de guerra, pero está muy claro que existen partidos que TIENES QUE GANAR a costa de lo que sea, incluso sin jugar bien o sin dar «espectáculo» y el encuentro de antier era uno de ésos… Da hasta coraje observar como los asiáticos levantaban los codos, metían barridas temerarias, empujaban con los hombros, las manos y las caderas mientras los mexicanos se limitaban a disputar las acciones con demasiada franqueza, sin responder en la misma medida y, diría yo, hasta con inocencia.

Total que con los resultados obtenidos por las selecciones mexicanas de futbol en este «verano negro», la goleada en la Copa América Centenario y la temprana eliminación en los olímpicos, los dirigentes de la Federación Mexicana de Futbol y Juan Carlos Osorio tendrán sobre sus hombros una enorme presión en los próximos partidos que juegue el tri y quien sabe si la soporten… bueno… después del 7-0 se mantuvieron en sus puestos, así que vamos a esperar…

Ni modo, en futbol quedamos fuera y este deporte se suma a la serie de derrotas de la delegación mexicana en Río de Janeiro de las que deberán dar cuenta los dirigentes de cada una de las federaciones por un lado, y la CONADE y el Comité Olímpico Mexicano por el otro. Escucharemos con atención y veremos que pasa… ¿Cómo que no va a pasar nada?… ¿Estás seguro?… pues sí… México es el país en el pasa de todo pero al final de cuentas… ¡no pasa nada!…

Twitter: @raul_perez_

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