Señoras y señores; aficionados que viven la intensidad de los Juegos Olímpicos. Hemos llegado a la fase de competencia y los participantes están listos para comenzar el trayecto que los lleve, en el peor de los casos, a un hueso estatal o una presidencia municipal, con presupuesto abierto.
En Atletismo, el que corre con ritmo desde el arranque, aunque con los calcetines al revés, es Enrique Peña. Salió con mucho ánimo pero a la mitad de la carrera se le ha desabrochado una agujeta y la hidratación le provocó dolor de caballo.
En Bádminton, el que nomás no le puede con la raqueta es César Camacho. Ha pedido, también, cambio de camiseta, pues ha sudado un chorro luego de que uno de los proveedores, Emir Garduño, le quedó mal con el uniforme.
En Box, Carolina Monroy se ajusta los guantes. Le pidió consejos a la Roca Zamora pero ésta se hizo rosca (también Zamora). Hay incertidumbre en su esquina sobre si tirar la toalla o esperar el siguiente round y lanzarse a cabecear y pegar al riñón, que es donde duele.
En ciclismo de ruta, pista y montaña, en los tres, el que anda ya sobre la bicla es José Manzur. Ha dicho previo a ponerse el casco, que no permitirá que, esta vez, nadie le pedalé su bicicleta. Trae una bici de las más modernas, aunque todavía no le han quitado las dos llantitas de aprendizaje.
La natación está con el agua hasta el cuello. En Mariposa, Chepina Vázquez Mota no quiere ponerse los gogles. Le aprietan.
En dorso, o como quien dice, “de a muertito”, Higinio Martínez quiere participar, pero el entrenador Amlo, todavía no le presta el traje de baño. El quiere salir en calzones pero el jurado le ha negado la escatológica petición. “Si no estás en Tepetongo”, le han gritado del equipo contrario.
La competencia de salto la encabeza Alfredito del Mazo. Y no es que sea un chapulín cualquiera. Ya varios en su familia han demostrado que las ancas de rana les quedan cortas. Quiere llegar a la medalla de oro en la competencia, pero que le bajen tantito el obstáculo, porfa.
La equitación quiere controlarla Juan Rodolfo Sánchez, sí. Él o su clon están dispuestos a montar aunque sea una yegua. El respetable no para de reir por la ocurrencia, pero en Río todo puede pasar. Ya van dos veces que intenta subirse al cuaco y este se ha movido en cada intento, por lo que Juanro lleva par de sentones.
La gimnasia artística es zona de delicadeza y destreza. Ana Lilia Herrera, que ha dejado por un momento los pintarrones, alista su presentación con el tema de “Mi maestra me dio un beso a la salida”. ¿Le alcanzará para medalla? Comienza su participación.
En Remo, el equipito mexicano es encabezado por un Juan Carlos Núñez. Suspira con ser, el pobre, capitán del Titanic, pero le han empezado a agarrar unos méndigos mareos en la fragata y ha pedido que le pasen un Dramamine. “Que se baje”, le gritan sus compañeros a “La muñeca”. Ya se quedó dormido. Le dio insolación.
Hasta este momento, el medallero aún está vacío. Eso sí, lo llevaron al Cóporo para que lo pintaran de colores.
Esta es, apenas, la primera parte de estos Juegos que amenazan con estar bien entretenidos.
Desde acá, con todo y Zika, estaremos reportando.
Nos encontramos en @gfloresa7