El talento de nuestros artesanos del dulce expuesto en la “Feria y Festival Cultural del Alfeñique Toluca 2016” es admirado no solo por el turismo nacional y extranjero que nos visita, también ha viajado más allá de las fronteras de México.
Desde hace dos décadas Alejandro Mondragón Arriaga, orgulloso artesano toluqueño, expone, año con año, sus piezas de alfeñique en el Museo de Artes Mexicanas, de Chicago, Illinois, en los Estado Unidos de América, dedicado a la difusión y conservación de tradiciones de nuestro país.
Invitado por los encargados de dicho museo, Alejandro Mondragón lleva hasta Chicago el proceso de elaboración, diseño y decoración de este típico dulce mexicano de “Día de Muertos”, explicó Armando Ferreira Lagunes, yerno del reconocido artesano internacional, al alcalde toluqueño Fernando Zamora Morales, quien con gran interés escuchó lo que representa para esta familia difundir las tradiciones y costumbres de la capital mexiquense.
A través de Armando Ferreira, el edil felicitó a esta familia dedicada a la elaboración de alfeñique durante varias generaciones, pues gracias a su empeño, creatividad y cariño, han mostrado en otras partes del mundo el proceso del dulce de alfeñique, al crear en vivo diversas piezas, en el vecino país del norte.
Además de difundir nuestras tradiciones en Chicago, la muestra artesanal toluqueña, admirada por visitantes de todo el mundo, fomenta, impulsa y recupera la identidad entre la población migrante mexicana y de origen hispano y latino, al recrear su elaboración ante los ojos sorprendidos de turistas de distintos países.
Por este motivo, Alejandro Mondragón ha recibido varios reconocimientos del Consulado de México en Chicago por conservar y difundir las tradiciones de nuestro país en el extranjero como una muestra de admiración a su talento.
En Toluca, la familia de Don Alejandro Mondragón Arriaga ha participado por varias generaciones en la Feria y Festival del Alfeñique al transmitir y compartir el dulce sabor de la muerte representada en sus piezas, entre ellas, espectaculares y coloridas calaveras.
Todos los miembros de la familia Mondragón, padres, hijos y nietos, esperan que la herencia del abuelo llegue a otros países y a más generaciones que conserven el artesanal oficio de hacer de la muerte una dulce tradición en Toluca, la Capital con valor.