El doctor en ciencias de la computación, Jovan David Rebolledo Méndez, colabora en el Instituto de Ciencia y Tecnología de Okinawa (OIST) en Japón, con el análisis computacional de comunidades de bacterias para conocer su taxonomía y función a fin de optimizar la generación de electricidad: un sistema de celda de combustible biológico, una batería biológica que produzca suficiente electricidad para no solo ser autosuficiente, sino también generar energía para consumo o transmisión en la red eléctrica.
A partir de la selección de bacterias, el investigador y su equipo de trabajo busca crear una “batería de bacterias” para limpiar aguas, donde estos microorganismos “se alimentan” de más del 95 por ciento de los sedimentos encontrados y se obtiene agua más purificada. De igual forma, éstas producen electricidad que sirva para mantener el mismo sistema y que sea accesible para toda la sociedad.
El estudio denominado “Sistema de procesamiento, bioinformática de metagenomas” consiste en el análisis a partir de la muestra de un conjunto de bacterias, “primero extraemos el ADN de cada una de las muestras y las transferimos a un sistema informático avanzado que las clasifica y genera información genética de esta muestra, aquí debemos reconocer la función de las bacterias, para ello usamos software que las ordena correctamente, con esto podemos decir que de esta comunidad existen decenas de este tipo de familia de bacteria y encontramos que la funcionalidad biológica de estas bacterias es que pueden crear electricidad, pero también tienen esta u otra función.
En dicho análisis se están incorporando técnicas de inteligencia artificial, y en la obtención de datos se están diseñando sistemas robóticos para la toma de muestras.
Después del análisis, seleccionamos las ideales para que mejoren el rendimiento en lo que llamamos batería de bacterias, es decir un generador de electricidad”, describió el investigador originario del estado de Veracruz.
Con 41 años de edad, Jovan David detalló que actualmente la investigación se encuentra en optimización del sistema para que genere mayor voltaje y por ende, sea productivo y eficiente.
De igual forma, el doctor Rebolledo Méndez, perteneciente a la Red de Talentos Capítulo Japón, y el grupo científico multidisciplinario del OIST, buscan que al concluir el proyecto científico, se genere un producto o servicio comercial donde la industria y ciudades de cualquier parte del mundo puedan brindar acceso de tecnología a la gente y puedan explotar e impactar positivamente.
Fuente: La Jornada