Las aerolíneas le han dado la puntilla al Samsung Galaxy Note 7. Ya no se puede volar con el que estaba llamado a ser el móvil estrella de la firma coreana en 2017. La FAA, siglas de la Administración de Aviación Federal , ha prohibido que se vuele con este modelo concreto. Si hasta ahora era normal en todo el mundo que se advirtiese de que este terminal en concreto no se podía encender a bordo, este sábado han ido más allá ya no se puede introducir en ningún avión en Estados Unidos, tanto en vuelos locales como internacionales. Ni encendido ni apagado. Ni en bodega, ni en cabina. La medida es efectiva desde el mismo momento de su emisión.
En un comunicado firmado por Anthony Foxx, Secretario de Transporte, se urge a evitar a toda costa que estos aparatos puedan causar un accidente. “Reconocemos que prohibir este modelo va a ser molesto para las compañías aéreas y también para los pasajeros que tengan uno de ellos, pero la seguridad es nuestra prioridad”, justifica, “Hemos dado este paso adicional porque cualquier fuego durante un vuelo es un riesgo severo y puede poner muchas vidas en peligro”.
Se espera que esta medida se adopte a nivel mundial y que Samsung pronto haga un comunicado al respecto. El lunes fue la última vez que se dirigió a sus clientes para anunciar que debían devolverlo y que paraban la producción tras ver cómo las unidades de reemplazo de la primera hornada seguían prendiéndose fuego.
Las líneas aéreas de Estados Unidos han comenzado a enviar mensajes de correo, SMS y a través de redes sociales para hacer llegar la norma a los viajeros.
No se trata de una recomendación sino de una norma. Abordar con uno de estos móviles puede tener como consecuencia una multa o considerarse un delito, igual que si se porta un arma, un spray o producto que arda.
Se estima que el fiasco del Note 7 ya le ha costado a Samsung más de 5.300 millones de dólares. En total, las autoridades de Estados Unidos han contabilizado 96 casos de baterías que se han calentado tanto que echaban humo.
FUENTE: elpais.com