El desempleo en México continúa disminuyendo; sin embargo, el empleo informal sigue aumentando.
En agosto, la tasa de desocupación se ubicó en 3.73% de la Población Económicamente Activa (PEA), la más baja desde junio de 2008, con base en cifras ajustadas por estacionalidad, de acuerdo con los datos más recientes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). Con este resultado, la población ocupada llegó a 96% de la PEA, aproximadamente 51.4 millones de trabajadores, de los cuales, 58% se encuentra en actividades informales (cerca de 29.8 millones de personas), la tasa más alta desde noviembre pasado. La informalidad se refiere a la suma de los trabajadores que son laboralmente vulnerables por la naturaleza de la unidad económica para la que trabajan, con aquellos cuyo vínculo o dependencia laboral no es reconocido por su fuente de trabajo. En esta tasa se incluye, además de las personas que laboran en micro negocios no registrados o sector informal, a otras modalidades análogas como los ocupados por cuenta propia en la agricultura de subsistencia, así como a trabajadores que laboran sin la protección de la seguridad social y cuyos servicios son utilizados por unidades económicas registradas. En este contexto, la tasa de condiciones críticas de ocupación llegó a 13.9% de la población ocupada (7.1 millones), tasa superior a 13.6% reportada en el mes inmediato anterior. Este es un indicador de condiciones inadecuadas de empleo desde el punto de vista del tiempo de trabajo, los ingresos o una combinación insatisfactoria de ambos, que resulta particularmente sensible en las áreas rurales del país.
Por su parte, la tasa de subocupación, que representa el porcentaje de trabajadores empleados que están dispuestos a laborar más horas, registró un incremento de 0.34 puntos porcentuales en agosto pasado, al ubicarse en 8.2% (4.4 millones de empleados), para situarse en el nivel más elevado desde mayo pasado. Por entidades y con base en cifras originales (no ajustadas), las entidades del país que reportaron las tasas de desocupación más elevadas en agosto pasado fueron: Tabasco, con 7.3% de la PEA; Sonora, con 6%; Estado de México, con 5.5%; Tamaulipas, con 5.4%; Durango, con 5.3%, y Coahuila, con 5.0%. Por el contrario, los estados con las tasas más bajas fueron: Yucatán, con apenas 2% de su PEA; Guerrero, con 2.1%; San Luis Potosí, con 2.5%; Oaxaca, con 2.6%; Baja California, con 2.7%, y Puebla, con 2.8%.
El reporte del Inegi sugiere una visión más positiva para el mercado laboral mexicano durante agosto, porque la tasa de desempleo disminuyó a pesar de que un porcentaje mayor de trabajadores se incorporaron a la masa laboral, comentó Alejandro Cervantes, economista senior de Banorte. El especialista consideró que hacia adelante, la mejoría que ha presentado la creación formal de empleos va a estar acotada por la desaceleración que presente la economía mexicana en la segunda mitad del año. El menor dinamismo del gasto público, derivado de los recortes fiscales anunciados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, va a incrementar el número de trabajadores desempleados, lo que puede afectar la dinámica de crecimiento del mercado laboral mexicano. Cervantes añadió que es probable que la contracción del gasto público desincentive la inversión privada, lo que a su vez puede limitar la creación de empleos privados.