El nadador norteamericano Ryan Lochte, dueño de 12 medallas olímpicas, fue asaltado en la madrugada de este domingo al salir de una fiesta en una zona turística de Río de Janeiro.Lochte volvía a la Villa Olímpica en un taxi junto a los también nadadores norteamericanos Gunnnar Bentz, Jack Conger y Jimmy Feigen cuando un grupo armado interrumpió su camino. Según ha divulgado el Comité Olímpico de los Estados Unidos, los ladrones mostraron además de pistolas distintivos policiales como si se tratase de un control.
El propio Lochte acabó confirmando el caso a la cadena de televisión NBC, después de varias horas de especulaciones. “Nos pararon en el taxi y esos tíos salieron con un distintivo de la policía, sin luces ni nada además de ese distintivo de policía y nos sacaron del coche. Sacaron las armas y dijeron a los otros nadadores que se tumbasen en el suelo. Ellos lo hicieron. Yo me negué, no habíamos hecho nada malo, entonces no iba a tumbarme en suelo”, relató Lochte.
El nadador, amigo y rival de Michael Phelps y medalla de oro en los relevos 4×200 metros libres en estos Juegos, acabó cediendo a las exigencias de los criminales. “Entonces el tío sacó el arma, la inclinó, la colocó en mi cabeza y dijo: ‘baja’, y coloqué las manos hacia arriba. Nos quitó el dinero, cogió mi cartera. Dejó mi teléfono móvil y mis acreditaciones”, contó el nadador.
Ninguno de ellos está herido, la policía civil de Río –que no tenía conocimiento sobre el caso – abrió una investigación y los deportistas prometieron colaborar con las autoridades.
La primera noticia sobre el asalto al nadador fue de su propia madre, Ileana Lochte, que describió el episodio como “aterrorizante”. Tras el asalto, Lochte llamó a su madre y esta contó lo ocurrido a la prensa norteamericana. Durante la mañana en Brasil, cuando se supieron los primeros detalles del incidente, el Comité Olímpico Internacional negó el episodio y el comité organizador de los Juegos evitó hablar sobre el asunto por tratarse de “informaciones vagas”.
Con información de El País