El espesor del hielo marino de las regiones costeras del Ártico podría estar reduciéndose dos veces más rápido de lo que se pensaba, alertó la Agencia Espacial Europea (ESA) este jueves en un comunicado sobre los resultados del análisis de datos de los satélites CryoSat y Envisat.
“La disminución del hielo en la Tierra es, sin duda, una de las mayores víctimas del cambio climático. Sin embargo, calcular la cantidad de hielo que estamos perdiendo es un reto”, destacó la ESA en la nota.
La agencia europea explicó que si bien hacer el seguimiento de la superficie terrestre y oceánica cubierta por el hielo es sencillo gracias a las imágenes de los satélites, se necesitan mediciones específicas para conocer el grosor de ese hielo y ver cómo está cambiando el volumen real.
Los autores de un estudio publicado recientemente en la revista The Cryosphere, indicaron que el dispositivo que se venía utilizando había quedado obsoleto y ha sido reemplazado por un nuevo modelo informático que calcula la profundidad y la densidad combinando datos de temperatura del aire, nevadas y movimiento del hielo.
Con los resultado del mapa de nieve y las observaciones de radar de CryoSat y Envisat, los científicos calcularon la tasa global de disminución del espesor del hielo marino así como la variabilidad del adelgazamiento de un año a otro.
Su conclusión es que ese hielo se está reduciendo a un ritmo entre un 70 por ciento y un 100 por ciento superior al que se había estimado. En las zonas costeras de Laptev, Kara y Chukchi, la disminución alcanza, respectivamente, el 70 por ciento, el 98 por ciento y el 110 por ciento.
“El grosor del hielo marino es un indicador sensible de la salud del Ártico. Un hielo más grueso actúa como una manta aislante, al impedir que el océano caliente la atmósfera en invierno y protegiéndolo de los rayos del sol en verano”, explicó el investigador Robbie Mallett, de la Universidad College de Londres.
Mallet señaló que los últimos cálculos del grosor del hielo marino se remontaban a un mapa de nieve de hace 20 años.
La profesora Julienne Stroeve, del Centro de Observación y Modelización Polar (CPOM), consideró que este trabajo podría utilizarse para evaluar mejor las proyecciones de los modelos climáticos sobre los efectos del calentamiento global en el Ártico.
Esta región “se está calentando a un ritmo tres veces superior al mundial y cuyos millones de kilómetros cuadrados de hielo son esenciales para mantener fresco el planeta”, añadió.
Con información de: sinembargo.mx