El primer abrazo. Título de la obra de el fotógrafo danés Mads Nissen, es la foto del año del World Press Photo. Mads Nissen ya había sido reconocido en este concurso en 2015 en la misma categoría y 2011 obtuvo tercer lugar en reportajes.
Mads Nissen (1979) es un fotógrafo que vive en Copenhague, Dinamarca. Para Nissen, la fotografía tiene que ver con la empatía: crear comprensión, cercanía e intimidad. Se esfuerza por construir esa conexión mientras se enfoca en problemas sociales contemporáneos como la desigualdad, las violaciones de los derechos humanos y nuestra relación, a menudo destructiva, con la naturaleza.
En 2015, su fotografía de una pareja gay de Rusia fue seleccionada como World Press Photo de la Year y su obra ha recibido más de 60 premios. En 2018 fue nombrado Fotógrafo del Año por tercera vez en Dinamarca. También ha sido preseleccionado dos veces como Fotógrafo Internacional del Año de Imágenes del Año.
Nissen ha publicado tres libros de fotos: The Fallen (People’s Press), AMAZONAS (Gyldendal) y más recientemente en 2018 el galardonado We are Indestructible (GOST Books).
Esta es la historia de la foto ganadora:
Este fue el primer abrazo que recibió Rosa en cinco meses. En marzo, los hogares de ancianos en todo el país habían cerrado sus puertas a todos los visitantes como resultado de la pandemia de COVID-19, lo que impidió que millones de brasileños visitaran a sus familiares ancianos.
Se ordenó a los cuidadores que mantuvieran el contacto físico con los vulnerables al mínimo absoluto. En Viva Bem, un simple invento, “The Hug Curtain”, permitió a las personas abrazarse una vez más.
La enfermedad, transmitida principalmente por contacto cercano, gotitas respiratorias y aerosoles, podría ser fatal, y las personas mayores de 70 años fueron uno de los grupos considerados más vulnerables a la enfermedad.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, desestimó las afirmaciones sobre la gravedad de la pandemia y el peligro que representa el virus, socavó las medidas de cuarentena adoptadas a nivel estatal y alentó a los brasileños a seguir trabajando para mantener a flote la economía. Brasil terminó 2020 con uno de los peores registros a nivel mundial en el tratamiento del virus, con unos 7,7 millones de casos reportados y 195.000 muertes.
Con información de: sinembargo.mx