En un contexto donde sólo 12 entidades del país -entre ellas el Estado de México- han tipificado el odio como un agravante en diversos delitos, es fundamental el cambio de paradigma en la impartición de justicia hacia una perspectiva restaurativa, a fin de que los derechos de las y los miembros de la comunidad LGBTTTIQ+ estén garantizados y plenamente protegidos, afirmó Judith Vázquez Arreola, activista y experta en Derecho.
Al impartir la conferencia “Personas LGBTTTI en búsqueda de la justicia. Procesos por construir” en el marco del Quinto Foro Nacional de Justicia Restaurativa del Poder Judicial de la entidad, la ponente indicó que un informe de la organización Letra S, Sida, Cultura y Vida Cotidiana A.C, encontró que entre 2012 y 2018, se registraron 473 homicidios de personas LGBT en México por motivos relacionados a la orientación sexual o a la identidad y expresión de género percibida de las víctimas.
Con el objetivo de revertir este entorno de violencia sistemática hacia quienes tienen una orientación sexual distinta, la activista e integrante del primer matrimonio lésbico en América Latina, expuso que un enfoque de justicia restaurativa brinda mejores resultados que uno inquisitivo, pues existe conciencia de la otredad y reconocimiento de la dignidad humana para garantizar el acceso a los derechos de las personas LGBT.
Entre ellos el acceso a un nombre, a la identidad, la familia, justicia, trabajo, salud, educación, libre desarrollo de la personalidad, nacionalidad, tránsito, entre otros.
En adición, Vázquez Arreola estimó necesario modificar los códigos penales, profesionalizar a los operadores del sistema penal que investigan casos que involucran a personas LGBT y aplicar los protocolos establecidos por la Suprema Corte de Justicia de la Nación para atender dichos asuntos.
De esta manera, dijo, paulatinamente se reducirán los prejuicios sociales que legitiman la violencia contra este sector de la sociedad.