Por Luis Ayala Ramos
Luego de viajar por al menos cuatro ciudades y trabajar un par de meses en San Luis Potosí, Marlon Antonio Romero Rivera llegó a Ecatepec, donde fue apoyado por la Coordinación de Asuntos Migratorios para regresar a su país.
El domingo y gracias a la orientación de otros viajeros supo que Ecatepec cuenta con la Coordinación de Asuntos Migratorios. Fue gracias al auxilio de una oficial de Tránsito de ese municipio que Marlon llegó a la cabecera municipal, donde al exterior pasó la noche.
El pasado lunes el titular de la Coordinación de Asuntos Migratorios, Arturo López García, le ofreció al joven hondureño atención y orientación; además de traslado a las instalaciones del Instituto Nacional de Migración, ubicado en la colonia El Vergel, en la alcaldía de Iztapalapa, donde ingresó de manera voluntaria y donde quedó en espera para regresar de manera segura a su país.
Ecatepec cuenta con una oficina de atención a migrantes y actualmente se impulsa la creación de una casa para brindar apoyo a extranjeros que se encuentran en situación vulnerable.
“Sé que ya no pueden hacer más y hasta aquí queda su labor”, reconoció el joven hondureño, a la vez que agradeció la ayuda humanitaria que recibió.
Con un esbozo de sonrisa, Marlon confesó que no todo fue malo. De recuerdo conserva las llaves del departamento que arrendaba con un compañero de trabajo en San Luis Potosí, quien se las dejo por si algún día decide regresar. “Sí regresaría a ver a mi amistad,” concluyó.
El tránsito y estadía del hondureño Marlon Antonio Romero Rivera por México no fue fácil. Como él mismo lo comenta, “en la vida nada es fácil”. Y es que desde su arribo a la frontera sur del país vivió el maltrato que día con día aqueja a los migrantes centroamericanos que pasan por la nación en busca del sueño norteamericano.