Las autoridades mexicanas rescataron 338 migrantes centroamericanos a bordo de cinco autobuses en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, en el suroriental estado de Chiapas, informó este lunes la Fiscalía General de la República (FGR).
Los migrantes, 181 adultos y 157 menores, entre hondureños, guatemaltecos, salvadoreños, nicaragüenses además de un cubano, eran transportados en cinco autobuses de pasajeros, señaló la FGR.
Durante el restaca la FGR detuvo a 15 personas que trasladaban a los centroamericanos, por su probable responsabilidad en la comisión del delito de violación a la Ley de Migración.
De acuerdo con la carpeta de investigación, la Policía Federal Ministerial (PFM) recibió una denuncia en la que les indicaron que “un grupo de hombres trasladaba inmigrantes por caminos de terracería”.
Los agentes de la Fiscalía se trasladaron al tramo carretero de Tecpatán-Raudales Malpaso para la localización e intercepción de los migrantes. En la operativo, los policías aseguraron tres radios de comunicación, una computadora portátil y seis teléfonos celulares.
Además cinco autobuses de pasajeros y tres vehículos particulares que posiblemente eran usados para custodiar el traslado de los migrantes.os detenidos quedaron a disposición del Ministerio Público Federal, que continuará la integración de la carpeta de investigación por la probable comisión del delito de violación a la Ley de Migración.
En tanto, los migrantes recibieron atención integral, médica y psicológica, y fueron enviados al Instituto Nacional de Migración (INAMI) en Chiapas.
Desde mediados de octubre de 2018, miles de migrantes, en su mayoría hondureños y salvadoreños, iniciaron un éxodo en grupo para sentirse más seguros durante su paso por México, con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
El 23 de marzo pasado una caravana conformada por más de mil 200 migrantes inició una caminata por el sureste de México tras pasar dos meses varados en el estado de Chiapas esperando que las autoridades les otorgaran una tarjeta de visitante por razones humanitarias.
Mientras que el 28 de marzo se conformó una nueva caravana hacia el norte de México con unos 1.800 migrantes, la gran mayoría cubanos, luego de que el INAMI cerrará temporalmente sus oficinas en Tapachula y Suchiate.
Miles de indocumentados cruzan cada año el territorio mexicano rumbo a Estados Unidos, pero durante la travesía están expuestos a robos, extorsiones, secuestros e incluso asesinatos por parte de bandas criminales, así como a abusos de autoridades corruptas.
Con información de: sinembargo.mx