La Mayoría Silenciosa en general no tiene motivos para pensar que Andrés Manuel López Obrador es corrupto o ratero; sin embargo, a pesar de todo ello, hay lineamientos y reglas que debe cumplir, porque en este país tenemos un historial de desconfianza en nuestros gobernantes tan grande que no hay espacio suficiente para resumirlo en un texto; la misma historia ha dado cuenta de ello a través de décadas, corrupción que está anidada en la memoria del colectivo.
Lo anterior es necesario mencionarlo, porque al nuevo gobierno encabezado por Morena le ha dado por violar los reglamentos en todos los sentidos, reglas que durante mucho tiempo se luchó por establecer, candados que mermaron la corrupción y que desafortunadamente, debido a la impunidad, pasaron a ser un adorno que, ahora, Andrés Manuel no respeta.
Desde su campaña, Obrador prometió acabar con la corrupción y la impunidad, pero, para ello, es importante acatar las reglas y planear las medidas, el país no puede frenar su economía, desarrollo o aplicación de la justicia porque su equipo no pensó en las dificultades para implementar sus políticas públicas.
Comprar pipas para transportar combustible, licitar sus compras, publicar convocatorias para la Guardia Nacional previa aprobación del Congreso de la Unión, pero lo más importante aplicar la ley en todos los casos en que sea necesario, es la base para mantener el Estado de Derecho que durante muchos años La Mayoría Silenciosa ha pugnado.
Y en esto de aplicar la ley también es necesario proceder contra el bloqueo que hace la CNTE contra las vías férreas en Michoacán, o las calles de Oaxaca, porque de ello dependen cientos de empresas y miles de empleos en todo el país; el derecho de unos no puede estar por sobre el derecho de La Mayoría Silenciosa y mucho menos cuando unos violan la ley y otros no.
Obrador y su equipo no pueden continuar con sus prácticas, deben respetar las reglas, aprender a proyectar, implementar, evaluar y dar resultados; México no quiere gente que haga cosas buenas que parezcan malas. Reconocemos e incluso muchos están de acuerdo en las medidas que han tomado para resolver muchos problemas, pero también se quiere el respeto a la ley y las reglas.
EN EL PRD EDOMÉX
Durante el pasado Consejo Nacional, las tribus del PRD mexiquense jugaron las contras a sus lideres nacionales de Nueva Izquierda (NI) y Alternativa Democrática Nacional (ADN), se negaban a conformar una dirección nacional extraordinaria, con la integración de 5 personas que representaban las principales corrientes, querían darle el poder a las bases, sabiendo que los recursos económicos iban a disminuir considerablemente en el 2019, y eso afectaría a muchos liderazgos que no representaban nada electoralmente hablando.
Javier Salinas, con nueva corriente, ‘Pensemos’, y Omar Ortega, líder del grupo parlamentario en el Congreso del Estado de México, junto con Juan Hugo de la Rosa, alcalde de Netzahualcóyotl, enfrentaron a sus líderes nacionales y en el pecado llevaron la penitencia; por esta razón, los dos primeros piden a gritos la integración en lo que será la nueva dirección estatal extraordinaria, porque saben que no les tocará nada. Juan Hugo, con más madurez política, reconoce que equivocó y ha tendido puentes de diálogo, pero no ha pedido nada.
Fuentes consultadas por La Mayoría Silenciosa indican que, de las cinco personas para la integración en el Estado de México, dos posiciones serían para ADN, una para NI, una para Foro Nuevo Sol y una para Galileos, militantes que serían elegidos por sus líderes nacionales. Por lo tanto, se espera que NI castigue a Salinas Narváez y Omar Ortega pase a ser un integrante con voz, pero sin voto, esperando a que desaparezca poco a poco, ya que no logró construir bases durante su mandato.
EN EL PARTIDO DEL TRABAJO
La defensa que desde la tribuna del Congreso del Estado de México hace el coordinador de los diputados, Armando Bautista, para que el regidor electo de Almoloya de Juárez tome protesta le pude salir muy cara al Partido del Trabajo, cualquier ilícito que cometa el regidor será imputado a los petistas, y esa probabilidad es muy alta, tomando en cuenta la peligrosidad de Fermín Romero.
La Mayoría Silenciosa de Almoloya de Juárez bien lo sabe, ya que hasta el momento cuenta con 5 denuncias por delitos de agresión, por la cuales se ha tenido que amparar y una sentencia de 4 años 3 meses; delitos de los que los diputados, Armando Bautista y Antonio Guadarrama, no dicen nada.La