El jugo de naranja es uno de los favoritos en el desayuno de muchos a lo largo de todo el mundo y sus efectos como un agente preventivo para el cáncer han sido abordados en varios estudios científicos.
Una revisión de estos estudios, realizada por la revista Cáncer y Nutrición, encontró que este efecto preventivo está relacionado con su efecto sobre las enzimas metabólicas y sus efectos antiinflamatorios.
El efecto preventivo también se le atribuye a sus agentes protectores de la mucosa del estómago, sus moduladores de señalización celular, así como con la gran cantidad de antioxidantes y antigenotóxicos que contiene.
Los estudios realizados han utilizado roedores con cáncer para demostrar estas propiedades en el jugo de naranja y en todos ellos los resultados fueron positivos.
Y es que el jugo de naranja es rico en flavonoides (los responsables de las propiedades antioxidantes) tales como los lomonoides y la cumarina los cuales se ha demostrado que reducen el riesgo de que células sanas se transformen células cancerígenas.
Por otro lado, muchos cánceres se derivan como consecuencia de un proceso inflamatorio algo que la naranja puede combatir pues contiene hesperidina y naringenina, sustancias que combaten la inflamación.
A pesar de estos efectos tan positivos, el estudio advierte que sus propiedades anticancerígenas pueden variar dependiendo el tipo de cultivo, el clima, los métodos de extracción, el empaque, las temperaturas de almacenamiento, los azúcares añadidos entre otros factores.
En este sentido, el jugo natural es que el mejor podría conservar los efectos positivos y aún más el consumo de la naranja ya que ésta conserva la cáscara (fuente de fibra) y reduce los efectos negativos de tomar jugo todos los días, pues este concentra una gran cantidad de azúcar.
Con información de: elbotiquin.mx