Todo ocurrió en noviembre de 2013 cuando el joven astro canadiense, Justin Bieber, llegó a Buenos Aires, su estadía fue un verdadero caos. Canceló un concierto, barrió el escenario con la bandera argentina y parte de su custodia atacó físicamente a un fotógrafo que lo esperaba en la vereda de una discoteca.
Esto último motivó una denuncia y en una causa en contra del canadiense por lo un juez dispuso que deberá prestar declaración indagatoria como imputado en los tribunales de la capital.
Lo que sucede es que ninguna autoridad argentina le prohibió la entrada al país. Justin debe compadecer ante un juez por los hechos de violencia contra un fotógrafo que habría causado su equipo de seguridad. Al parecer, tal como el propio Justin indicó, sus abogados le aconsejaron no hacerlo.
