“Tiene varios lunares de color negro en la cara del lado izquierdo y una cicatriz en la mano izquierda”, dice el recuadro donde se especifican las señas particulares de una de ellas.
Estas marcas singulares, propias de cada persona, pertenecen a una joven de 17 años que fue vista por última vez en el Municipio de San Pablo Etla, en el estado de Oaxaca, el 4 de enero del 2014 a las 12:30 horas del día.
Su desaparición es una de las primeras de mujeres registradas en ese año, según los datos abiertos del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas (RNPED), en el que se da información de en qué lugar se le vio por última vez, a qué hora, la nacionalidad y la estatura, pero no el nombre de la persona que es buscada.
Como el caso de la joven desaparecida en Oaxaca, en el 2014 desaparecieron en todo el país 883 mujeres más en el 2014. Desde entonces, el número de personas no localizadas del sexo femenino ha ido al alza de una manera alarmante, pues en el 2015 se registraron 922; en el 2016 fueron 1479; y en el 2017 se alcanzó el punto más alto, con 1757.
“Tatuaje en los tobillos con la leyenda del nombre de los hijos ‘Dylan’ y ‘Brayan’, tatuaje en cintura ‘Tania’, dice el registro sobre otra mujer de 22 años que desapareció el Día de Reyes del 2014 en Tijuana, Baja California.
“En la cara cuenta con un poco de pecas, cicatrices por la operación en el abdomen por cesárea, cuatro cicatrices pequeñas dos de cada lado por una operación”, indica la ficha sobre una mujer de 30 años ocurrida en Nuevo Laredo, Tamaulipas, también en el 2014.
A la fecha en México hay 36 mil 265 personas sin ser encontradas, de las cuales una de cada cuatro es una mujer, de acuerdo con las estadísticas del RNPED, a cargo de la Secretaría de Gobernación.
Pero de las 9 mil 328 mujeres desaparecidas desde hace 50 años en México, 5 mil 702, es decir, el 61.8 por ciento, se han registrado en los últimos cuatro años.
Y lo más grave es que cada vez son más jóvenes, aunque hay de todas las edades: el 48 por ciento (2 mil 812) son menores de 18 años; el 28 por ciento (mil 619) tienen entre 18 y 30 años; y el 24 por ciento restante es mayor de 31 años, indican los registros de 2014 a abril de 2018.
Aunque el número de varones sin localizar es mayor por tres veces, generalmente no se habla de mujeres que también han desaparecido, las cuales también tienen un nombre, un rostro, una familia que las espera, una historia por contar y sueños por cumplir.
Cuando se menciona a las mujeres, generalmente es sobre su figura como madres o hermanas buscadoras de desaparecidos, que no se dejan vencer y luchan por encontrar a sus seres no localizados ya sea en fosas clandestinas, en hospitales o morgues.
Pero las mujeres desaparecidas también existen y tienen a alguien que las busca, como a Viridiana Anahí Morales, quien desapareció a los 21 años en agosto de 2012 en el Estado de México, y a quien hasta el 10 de mayo pasado, su madre, Angélica Rodríguez, buscaba con desesperación.
Incluso, Angélica se ha preparado y ha tomado cursos para saber a dónde dirigirse en su investigación ante la falta de apoyo y las trabas a las que se ha enfrentado por parte de las autoridades.
“Si sólo buscamos por buscar, si no nos preparamos y no sabemos hacia dónde vamos, pues nunca vamos a lograr nuestro objetivo, tenemos que asistir a este tipo de fosas, aunque me vaya doliendo el estómago de tantos corajes que hago”, dijo sobre el recorrido y las situaciones difíciles a las que se ha enfrentado desde que desapareció su hija.
El Estado de México encabeza el deshonroso primer lugar de entidades donde han ocurrido más desapariciones de mujeres en todo el país con mil 437 casos, según el RNPED, entre el año 2014 y el mes de abril del 2018.
Esto pese a que fue el primer estado donde el 31 de julio de 2015 se activó la alerta de violencia de género en 11 de sus municipios, ante el incremento de feminicidios y mujeres desaparecidas que se registraron ahí.
Sin embargo, activistas y familiares de víctimas de mujeres en esta situación han criticado a las autoridades estatales porque señalan que las medidas implementadas no son suficientes y hay simulación por parte de las autoridades.
Puebla es el segundo estado de la República donde más mujeres han desaparecido en ese mismo periodo, con un total de 959 casos; le sigue Sonora con 560 casos y en cuarto lugar está Tamaulipas, al noreste del país, con 345.
Mientras que el estado de Nuevo León, donde la violencia se ha exacerbado en las últimas semanas ocupa el quinto sitio con 328 mujeres desaparecidas; y Sinaloa el sexto con 286; mientras que Baja California está en el séptimo con 249. Guerrero es la octava entidad con 219 reportes de personas no localizadas del sexo femenino; Jalisco la novena con 209; y Colima la décima con 168.
Con información de: reporteindigo.com