Una joven pareja denunció que por falta de atención, en el área de Ginecologíadel Centro Médico La Raza del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), su bebé falleció en otro hospital al que tuvo que acudir.
Mitzi Ramírez, madre de la bebé y derechohabiente del Seguro Social, aseguró que en el IMSS le dijeron que no podían practicarle una cesárea por las complicaciones de su estado, con una supuesta infección, después de que se le rompió la fuente.
En una tarjeta informativa, la Unidad de Alta Especialidad del Hospital de Ginecobstetricia del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en La Raza, informó que “se lleva a cabo una investigación exhaustiva” por la muerte de un bebé en vientre de su madre, “a fin de deslindar las responsabilidades correspondientes en la atención médica de la paciente”.
El IMSS precisó que el caso de Mitzi Ramírez era considerado “de alto riesgo” y que estuvo hospitalizada en al menos en tres ocasiones.
El certificado médico del bebé indicó que el fallecimiento obedeció a la “interrupción de la circulación fetoplacentaria”, aunque el IMSS indicó que ese día, el producto no presentó actividad cardiaca.
Durante cinco días, Mitzi Ramírez esperó -sin éxito- entrar a trabajo de parto en el Centro Médico de La Raza en la Ciudad de México.
Pese al riesgo, Mitzi salió a buscar otra institución que la atendiera, pero no lo logró y el producto murió en su vientre.
Entre lágrimas, Mitzo narró que “les pedía que me hicieran mi cesárea. Yo les pedía que atendieran a mi hija”.
Los padres aseguraron que los médicos, en La Raza, les negaron el alta y también la atención.
De acuerdo con el dictamen forense, la bebé murió por no recibir atención oportuna y coincide con el de la necropsia.
En casa de la familia Espino Ramírez todo estaba listo para recibir a quien llevaría como nombre Mildred.
Edgar Espino, esposo de Mitzi, comentó que al momento de nacer, su hija tenía un color violeta, “ya sus labios morados”.
Con información de noticieros.televisa.com