Derechos HUmanos no pueden ser limitados por nadie

Los derechos humanos tienen un núcleo duro e intangible, que ningún político o mayoría parlamentaria pueden minar o limitar, por tanto, su resignificación debe ir más allá del discurso y llevarse a la práctica para su vivencia y disfrute, señalaron los investigadores Alejandra Flores Martínez y Enrique Uribe Arzate, ante servidores públicos de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México.

 

Durante la presentación del libro “Casos irresolutos de derechos humanos en México. Análisis y prospección”, los autores enfatizaron que no puede haber democracia sin respeto a los derechos humanos y aunque ningún caso en la materia debería ser calificado como difícil de resolver, hoy en día continúan las desapariciones forzadas, afectaciones a niños y otras situaciones que no tienen una respuesta por parte de la autoridad.

 

Ambos investigadores señalaron la importancia de entender cuál es el contenido esencial de los derechos humanos y llevarlos al plano de viabilidad y aprehensión para su aplicación.

 

Ante la directora del Centro de Estudios en Derechos Humanos, Alma Regina Dávila Sámano en representación del presidente de la Codhem, Jorge Olvera García, Alejandra Flores Martínez enfatizó que en las leyes de México hay ausencia de las garantías primarias, que son aquellas medidas para hacerlos efectivos, pues sólo existen las secundarias, que son mecanismos jurisdiccionales que se aplican cuando una prerrogativa ya fue vulnerada.

 

“En las leyes no existe el contenido esencial del derecho, a pesar de que es el bien jurídico que debe tutelar ese derecho, y si es dañado, se hace imposible ese derecho”, es decir, todo derecho fundamental tiene un contenido duro que no puede ser limitado con una interpretación, acotó.

 

Por su parte, el especialista en Justicia Social y Derechos Humanos, Enrique Uribe Arzate, manifestó que la máxima garantía de los derechos humanos está en la constitución, pero la democracia debe encontrar una base que les otorgue viabilidad y certidumbre, y puede detectarse si se incluyen o no esas prerrogativas, cuando no se aterriza de forma evidencial en el mejoramiento de la calidad de vida de las personas.

 

Enfatizó que la dignidad humana es el anclaje supremo a los derechos humanos, es decir, es su esencia, por tanto, donde hay ausencia de mecanismos para respetarlos, aflorarán los problemas, de ahí la importancia de generar políticas públicas para disfrutarlos y hacerlos posibles, es decir, resignificarlos para vivirlos, dijo al parafrasear al ombudsman mexiquense, Jorge Olvera García.

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