Con el fin de enaltecer el legado histórico de uno de los pensadores liberales más importantes del siglo XIX y contribuir al fortalecimiento del gobierno republicano, federalista y respetuoso de las libertades que defendía, en su más reciente periodo ordinario, la Legislatura del Estado de México declaró “2018. Año del Bicentenario del Natalicio de Ignacio Ramírez Calzada, El Nigromante”.
Conforme al decreto 272 de la actual Legislatura, publicado el pasado 26 de diciembre en la Gaceta del Gobierno, en toda correspondencia oficial de los Poderes del Estado, de los ayuntamientos de los municipios, de los órganos autónomos constitucionales y de los organismos auxiliares de carácter estatal o municipal, deberá insertarse la citada leyenda.
Ignacio Ramírez nació en San Miguel el Grande, hoy San Miguel de Allende, Guanajuato, el 22 de junio de 1818. En esa entidad realizó sus primeros estudios, para trasladarse posteriormente a Querétaro y, antes de cumplir veinte años, a la ciudad de México, donde prosiguió sus estudios y fortaleció su vocación liberal heredada de la casa paterna.
Ya en la capital del país fundó, con Guillermo Prieto, el periódico Don Simplicio, el primero de seis que formó. En él empezó a firmar sus colaboraciones con el seudónimo de “El Nigromante”. En 1850, en Toluca, editó Themis y Deucalión, donde publicó su “Manifiesto indígena”.
Al suprimirse en 1846 el gobierno centralista, colaboró con el recién nombrado gobernador del Estado de México, Francisco Modesto de Olaguíbel, en cuyo gabinete participó como secretario de Guerra y Hacienda ante la necesidad de organizar la defensa del territorio estatal frente a la invasión del ejército norteamericano.
Una vez que el gobernador decretó la reinstalación del Instituto Literario de Toluca (antecedente de la UAEM), clausurado en 1835, El Nigromante participó en tareas docentes e impulsó una Ley de Educación para que cada municipio mexiquense enviase, a sus expensas, a un joven pobre, inteligente y de preferencia indígena a realizar ahí sus estudios. Entre los beneficiados destacó Ignacio Manuel Altamirano, otro destacado pensador liberal y padre de la novela nacional.
El Nigromante fue uno de los diputados más participativos en la elaboración de la Constitución de 1857. El presidente Benito Juárez lo nombró secretario de Justicia e Instrucción Pública. Porfirio Díaz lo designó ministro de Justicia e Instrucción Pública y fue magistrado de la Suprema Corte de Justicia hasta el 15 de junio de 1879, cuando murió a causa de un infarto.
El 22 de junio de 1953 fue declarado por la Legislatura mexiquense “Hijo adoptivo y predilecto de esta entidad”.