En las recientes dos décadas decreció el interés de los mexicanos por celebrar las posadas, que cuando se llevan a cabo no cumplen con su objetivo original y se tornan en simples ocasiones para ingerir bebidas alcohólicas, afirmó la académica de la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma del Estado de México, Adriana Virrueta García.
La antropóloga consideró necesario regresar al origen de las festividades navideñas. “Más que obsequios, compras o cenas ostentosas, a nivel mundial, la sociedad requiere entender y ponerse en los zapatos del otro, con la finalidad de lograr una sociedad más humana”.
Durante la temporada navideña, lamentó, se exacerba el consumismo y crece el estrés ante festividades que no corresponden con nuestra identidad. “Ocurre un fenómeno de aculturación y la mayoría de las tradiciones que adoptamos son originarias de Estados Unidos, que como consecuencia de la globalización intensifica su hegemonía sobre países como el nuestro”.
Virrueta García abundó que al ser social, por naturaleza, el ser humano desea pertenecer, ser parte de lo que la mayoría realiza. Esta es la razón por la cual participa en este tipo de actividades, aunque ello implique consumo y estrés.
“Hace algunos años no se veía el árbol de navidad y los regalos, que hoy son una moda, como resultado de la mercadotecnia, de la publicidad, de que el sistema cada vez más influye en nosotros y determina nuestras ‘necesidades’”.
Asimismo, recomendó ver con perspectiva las compras de último momento que realizan las personas en fin de año, lo cual puede tener un impacto negativo en la economía familiar a lo largo del año, por el endeudamiento que representan y la falta de valor real que tuvo la erogación de los recursos.
Las estrategias publicitarias y mercadológicas están diseñadas para alentar la compra de cosas que realmente no son necesarias, pero que despiertan el deseo de poseer y generan un sentido de pertenencia a un grupo social, concluyó Adriana Virrueta García.