La vida de “Paco” y “Juan” cambió radicalmente en el último año.
Tras ser detenidos en hechos distintos, acusados por delitos contra la salud en la modalidad de posesión simple, ambos encararon la disyuntiva de enfrentar consecuencias penales o iniciar un tratamiento de rehabilitación para superar su dependencia a drogas y alcohol.
Doce meses después, los dos tienen la oportunidad de empezar de nuevo, pues se graduaron de su proceso de rehabilitación en el Tribunal de Tratamiento de Adicciones.
“Para mí es un nuevo comienzo, un nuevo amanecer, es otra oportunidad de vida, ya no es como los problemas que teníamos antes que luego, luego íbamos a cárcel, ahora tuve la oportunidad de rehabilitarme aquí, desde el principio hasta el final y dejar por completo el consumo”, celebró Juan.
Este programa permite que personas que cometen delitos no graves bajo el influjo de las drogas sean evaluados por abogados del Instituto de la Defensoría Pública de la Secretaría de Justicia y Derechos Humanos, por el Ministerio Público de la FGJEM, por psicólogos y trabajadores sociales de la Secretaría de Salud y por un juez del Tribunal de Tratamiento de Adicciones para determinar si es viable la solicitud de suspensión condicional del procedimiento a prueba para personas que presentan abuso y dependencia a sustancias psicoactivas.
“Es otra forma de impartir justicia, los beneficios son tanto evitar la reincidencia de los participantes, y ahora graduados en la comisión de conductas delictivas, y segundo, mantenerlos libres del consumo de sustancias tóxicas”, explicó Guadalupe Ruiz, Directora del Instituto de la Defensoría Pública.
Una vez que se aprueba la solicitud, los imputados deben cumplir con la condición de completar su tratamiento. A cambio, son liberados sin antecedentes.
“Encuentran beneficios jurídicos porque ya no tienen antecedentes penales, porque termina un procedimiento y de esa manera pueden salir de este problema jurídico”, detalló el Magistrado Palemón Jaime Salazar, Consejero del Poder Judicial del Estado de México.
Este método, contemplado en el nuevo sistema de justicia penal, ha sido impulsado de manera coordinada con el Gobierno federal.
“El programa para nosotros, como subsecretaría de prevención, ayuda definitivamente para prevenir la reincidencia delictiva, si nosotros damos una atención a las personas que ya cometieron un delito, pero que el problema subyacente es el consumo de sustancias, sin duda, vamos a evitar que vuelvan a cometer un delito, a lo mejor más grave o del mismo tipo”, aseguró Reyna Mondragón, Subdirectora de Evaluación y Monitoreo de Políticas Públicas de la Subsecretaría de Prevención y Participación Ciudadana de la Segob.
Este mecanismo ha atraído la atención de instancias internacionales que acuden a observarlo para replicarlo en países como Argentina.
“Están haciendo un trabajo fantástico. Están muy adelantados y realmente todo esto es un gran aporte para nosotros y valoramos mucho el intercambio”, dijo Alberto Nazar, Director de Asistencia Técnica y Legislativa del Ministerio de Justicia Argentino.
“Paco” y “Juan” cumplieron 12 meses de abstinencia de consumo de sustancias tóxicas y tienen ahora la mira puesta en el futuro.
“Lo primordial es mi familia, mis hijos, mi esposa, mi mamá, mis hermanos, el recuperar esa confianza con ellos me ha costado trabajo, pero creo que hoy en día ya la logré y seguiré así, en pie y no recaer, no bajar las manos”, aseguró Paco.