La basura que se acumula en el océano profundo es preocupante, ya que su descomposición libera metales pesados y toxinas que pueden dañar la vida marina, advirtió el ecólogo mexicano Exequiel Ezcurra.
“Me sentí muy mal cuando buceamos a 500 metros de profundidad, en donde todo está oscuro, y al encender el reflector del submarino encontramos una llanta”, comentó.
“Una de las cosas que me impresionó, al nivel de la depresión, fue que posiblemente nosotros éramos los primeros seres humanos que estábamos a esa profundidad y encontramos latas de cerveza, llantas, basura”, relató.
El océano profundo, que se extiende por miles de kilómetros sin barreras físicas o biológicas, se define como la porción localizada a profundidades mayores de 200 metros.
Ezcurra participó en la realización de la serie de cortometrajes Números naturales junto con Octavio Aburto, explorador de National Geographic, y Jaime Rojo, de la Liga Internacional de Fotógrafos para la Conservación
Con información de: sinembargo.mx