Tortugas verdes del Pacífico mexicano emigran hasta el río San Gabriel, en California, en donde expertos en vida marina estudian las razones de este desplazamiento y su adaptación al torrente urbano.
“Viajan probablemente en busca de alimentos, un lugar seguro para crecer y aquí es como la frontera hasta donde podrían vivir, porque necesitan agua tibia, necesitan hierbas marinas, invertebrados y otros animales pequeños que puedan comer”, dijo a Efe Cassandra Davis, educadora del Acuario del Pacífico en Long Beach, California.
La especialista explicó que se trata de ejemplares jóvenes que están “genéticamente emparentados con tortugas verdes marinas mexicanas, que se encuentran en Michoacán”.
La tortuga verde de mar (Chelonia mydas) es una especie en la “lista roja” de peligro de extinción por parte de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA).
Junto al Acuario de Long Beach y la Autoridad para Tierras Húmedas Los Cerritos, la agencia federal estudia las tortugas desde los primeros reportes de su aparición en 2008 en el río San Gabriel, frontera entre los condados californianos de Los Ángeles y Orange.
“Podría ser que con el calentamiento global el mar está más caliente y por eso hoy las tortugas verdes nadan más al norte de las que hemos detectado alrededor de 100 en el estuario, mezcla de agua dulce y salada, del río San Gabriel”, reveló Davis.
“Cuando el mar enfría se paralizan, por eso creemos que por el método de enfriamiento con agua de la planta del Departamento de Agua y Energía (DWP), el río es más tibio y por eso se sienten a gusto”, explicó.
Otra fuente de calor, dijo la educadora, es que desde 1930 se revistieron de cemento los ríos en áreas urbanas de Los Ángeles “para evitar inundaciones”.
Davis agregó que podría ser que hace siglos las tortugas verdes nadasen desde donde nacen en México central hasta las playas californianas.
“Pero los humanos hemos transformado hasta en un 95 por ciento los terrenos húmedos en California” donde venían a crecer “para regresar adultas a poner huevos en las playas de México” y repetir el ciclo, indicó la licenciada en biología marina.
Dan Lawson, especialista en biología del Servicio de Pesca de NOAA, dijo a Efe que “los estudios comenzaron como una simple observación en 2008. A algunas las agarramos y les pusimos un rastreador de telemetría acústica para observar el desplazamiento”.
Posteriormente, procedieron a recoger muestras genéticas para “entender el origen” de estos animales, que además les sirven para realizar estudios de contaminantes.
Así, encontraron en las tortugas muestras de la “polución abundante en áreas urbanas” y además detectaron el químico industrial bifenilo policlorado y el pesticida agrícola ciclorodifeniltricloroetano, prohibidos en Estados Unidos hace décadas.
Con información de: sinembargo.mx