El primer semestre del año ha sido el más violento para Cancún, el principal destino turístico del país, con más de 75 ejecuciones, un incremento del 120% en robos a negocios y casas habitación, así como un record histórico en asaltos a bancos.
La incapacidad mostrada por los gobiernos estatal y municipal para controlar el problema, ha hecho que Cancún enfrente un espiral de violencia y de impunidad como nunca en sus 47 años de ciudad, toda vez que de las 75 ejecuciones, la Fiscalía ha resuelto solo dos.
De acuerdo al semáforo delictivo, el número de homicidios ha generado psicosis en una ciudad que libra un enfrentamiento entre dos o más organizaciones delictivas que pelean a diario por controlar el tráfico de drogas en la región.
Cancún y la zona norte de Quintana Roo han promediado unas 70 ejecuciones por año, según las cifras oficiales, pero sólo en lo que va de este 2017 esa cifra ya quedó rebasada por mucho, pues tan sólo esta ciudad y Playa del Carmen suman ya en conjunto más de 115 asesinatos.
De hecho, las estadísticas del Sistema Nacional de Seguridad Pública y del Semáforo Delictivo Nacional ubican, en este 2017, a Quintana Roo como una de las entidades más violentas en el sureste mexicano, cuando menos en el rubro de las ejecuciones.
Nuevas organizaciones criminales han arribado a esta entidad, como el poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación, coincidentemente con el relevo de las autoridades estatales y municipales, a finales del año pasado.
La violencia de los últimos días en el corredor turístico Cancún-Playa del Carmen no es un hecho aislado, sino que es producto de una descomposición que se trata de ocultar, sostiene un informe del Observatorio Nacional Ciudadano.
El organismo también sostuvo que el problema en Quintana Roo no es solo de homicidios, puesto que el Observatorio ha documentando denuncias de feminicidios, extorsiones y cobro de derecho de piso, así como trata de personas.
Otro de los problemas es la falta de profesionalización y desarrollo de la policía. Datos oficiales revelan un crecimiento del número de policías estatales no confiables en la entidad durante el último año, al pasar de 12 a 17% de los agentes en activo.
El gobernador Carlos Joaquín González niega, por su parte, que la delincuencia organizada haya rebasado a la autoridad. La PGR y la Policía Federal han entregado magros resultados. La lucha constante y frontal la siguen encabezando las Fuerzas Armadas.
Lo evidente es que la aún vigorosa “industria sin chimeneas” que mantiene a Quintana Roo como la entidad turística número uno de México, e incluso en toda Latinoamérica, se encuentra gravemente amenazada por las mafias y sus diversas formas de delinquir como la extorsión, el secuestro, la venta de drogas y, por supuesto, las ejecuciones.
La delincuencia común ha detonado también con asaltos a todo tipo de establecimientos y a personas, con robo de autos, casas además de bancos. De hecho, los robos a bancos en Quintana Roo se dispararon en un 150% en los primeros cinco meses del año, lo que pone en una situación alarmante tanto a Cancún como a la Riviera Maya.
De acuerdo con las estadísticas del secretariado ejecutivo de la Secretaría Nacional de Seguridad Pública, los robos van en aumento debido principalmente a que no se tiene una estrategia en materia de prevención
Conforme a las estadísticas presentadas por el órgano de seguridad nacional, son cinco asaltos a bancos en las últimas tres semanas, cifra que contrasta lo sucedido en el 2015 y en el 2016.
En el 2016 se hicieron cinco denuncias por robo a instituciones bancarias en la entidad contra las dos reportadas en el mismo periodo del 2015, actualmente van más de seis denuncias por asalto a bancos. Estadísticas de la Secretaría de Seguridad Pública revelan que es el reporte de robo a bancos más alto desde 1997.
Fuente: elsoldetoluca.com.mx