Un grupo de hackers vinculados al gobierno ruso dirigieron presuntos ataques a 21 sistemas de elección en Estados Unidos el año pasado, advirtió este miércoles un funcionario del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) al Congreso.
Sin embargo, ninguno de estos sistemas estuvo involucrado en el conteo de votos.
Samuel Liles, director en funciones de la División Cibernética de la Oficina de Inteligencia y Análisis del Departamento, dijo que a finales de septiembre la comunidad de inteligencia llegó a la conclusión de que 21 estados “fueron potencialmente atacados por actores cibernéticos vinculados con el gobierno ruso», aunque no especificó a qué estados se refería.
«Tenemos pruebas de que (…) los sistemas relacionados con las elecciones en 21 estados fueron atacadas», dijo la directora interina de la Subsecretaría, Dirección Nacional de Protección y Programas, Jeanette Manfra, respaldando la declaración de Liles.
Los comentarios llegaron durante una audiencia de funcionarios de seguridad cibernética del DHS y del FBI ante el comité de inteligencia del Senado.
Liles dijo que de los 21 estados, solo unos pocos recibieron intentos de intrusión que no prosperaron, «como si alguien hubiera sacudido la perilla de la puerta y no hubiera sido capaz de entrar». Algunos otros sí lograron pasar la puerta, agregó.
La comunidad de inteligencia llegó a la conclusión de que una variedad de factores hicieron probable que se detectara la manipulación cibernética del sistema electoral de EU, diseñada para cambiar el resultado de las elecciones estadounidenses.
Agregó que la comunidad tiene un alto nivel de confianza en esa conclusión.
El presidente del comité de inteligencia del Senado, Richard Burr, preguntó si algún voto fue cambiado por estos esfuerzos cibernéticos rusos. Los tres testigos -Liles, Manfra y el Subdirector de Contraespionaje del FBI, Bill Priestap- dijeron que no.
La audiencia, que fue diseñada para enfocarse específicamente en la infraestructura de las elecciones y no en la piratería rusa en gran escala, frustró a los legisladores con respecto a la poca cantidad de información que los testigos pudieron compartir.
Aparte del número total de estados, los representantes del gobierno no discutirán qué blancos fueron atacado o cuántos fueron infiltrados. Manfra dijo que todos los propietarios de sistemas en esos estados fueron informados sobre los incidentes.
Esta información alimenta la polémica que ha envuelto al presidente Trump tras el despido del exjefe del FBI, James Comey, por una presunta investigación que pesa sobre la cabeza de Michael Flynn, quien presuntamente había engañado al vicepresidente Mike Pence sobre sus comunicaciones con el embajador de Rusia en Estados Unidos, Sergey Kislyak.
Fuente: expansion.mx