El Papa Francisco dialogó hoy con un grupo de jóvenes estudiantes mexicanos, como parte de una videoconferencia con diversos países del mundo, y los animó a descubrir el sentido sus vidas evitando caer en el elitismo.
La comunicación digital formó parte del acto de apertura de la sede de la fundación Scholas Occurrentes, en un edificio del Vaticano ubicado en la Plaza San Calixto, del barrio Trastevere, ubicado en el corazón de Roma.
Samantha, Vanesa y Alan encabezaron el grupo de estudiantes de diversas escuelas del Valle de México que en febrero pasado participaron en el programa cívico Scholas Ciudadanía, en la localidad de Metepec, en el Estado de México.
Durante la videoconferencia y desde las oficinas de Google México, los jóvenes mexicanos contaron al Papa y a las personas que siguieron el diálogo desde la capital italiana, la experiencia que tuvieron al participar en el programa.
“Este espacio provocó un cambio en nosotros y modificó nuestra forma de pensar, gracias a ese diálogo llegamos a la conclusión de que no importa la raza, ni la religión, ni la economía para resolver las problemáticas que como jóvenes nos interesan”, dijo Vanesa.
Luego siguieron los testimonios de jóvenes que también participaron en Scholas Ciudadanía en Italia, España, Emiratos Árabes Unidos, Colombia, Brasil, Paraguay, Haití y Argentina.
Finalizados esos mensajes, el pontífice tomó la palabra y sorprendió con una broma sobre el intenso calor que se había concentrado en la sala. Le dijo a los muchachos: “Sus palabras nos hacen bien, así como en este salón nos haría bien un poco de aire acondicionado (…)”.
Ese chiste no fue el único que desató la risa generalizada, a lo largo de su discurso, el Papa usó varios argentinismos como “ningunear” (menospreciar) y “descuajeringar” (desarmar), reconociendo: “¡Va a ser difícil traducir eso!”.
Más adelante, constató que la sociedad actual está acostumbrada a excluir, a seleccionar, a agredir y consideró necesario reconocer que “ninguna persona es no”, porque “todos somos un sí”, ya que todas las personas tienen sentido.
“En la educación seleccionamos, ‘elitizamos’ y vamos creando un grupo cerrado, ahí capitanea el egoísmo, entonces la mano, el corazón y la mente se nos van cerrando cada vez más, haciéndonos incapaces de pensar con otros, de sentir con otros, de trabajar con otros, esa es la generación que vivimos”, añadió en español.
El pontífice insistió en que un peligro de la educación es volverse elitista por la reducción de los presupuestos, lo cual deja afuera a los jóvenes que no pueden pagar.
Lamentó que en la actualidad la juventud deba homologarse “al sistema” porque si no se acopla “no existe”; al mismo tiempo consideró que el camino está en que cada persona descubra su propia riqueza y la comparta con los demás, manteniendo su identidad.
“¿Para qué tengo yo un sentido? Para dar: dialogando, no agrediendo. Porque hay una manera agresiva, como en el ‘bulismo’. Ustedes se encuentran, dialogan y se dan cuenta que hay problemas graves en la sociedad, eso nos enseña también a los grandes”, sostuvo.
“Hay autoridades que aprenden de ustedes, yo estoy aprendiendo de ustedes, por eso ustedes tienen que tener el coraje de ser creativos, comunicarse, pero no de una manera alienada, con el diálogo y la reflexión”, añadió.
Entonces, Francisco instó a los jóvenes a descubrir cuál es el sentido de sus vidas, para que nadie quede excluido en un ambiente que tiende cada vez más a ser elitista y excluyente. “Una vida que no se comparte con los otros, ¿saben para qué sirve? Para el museo”, aseveró.
Tras su mensaje, el Papa saludó a algunos patrocinadores de los programas de Scholas Occurrentes, entre ellos el futbolista argentino, subcampeón del mundo en 1990, Claudio Caniggia, y los hermanos mexicanos Mauricio y Héctor Sulaiman, del Consejo Mundial de Boxeo.
Fuente: notimex.gob.mx