Es la última línea aérea que termina o reduce drásticamente sus servicios al país, que se enfrenta a una crisis política, económica y humanitaria.
La aerolínea informó que el servicio diario de Houston a Caracas terminará el primero de julio debido a la baja demanda.
La ruta fue una vez popular para ejecutivos petroleros porque Venezuela tiene las mayores reservas de petróleo del mundo y su gobierno es propietario de Citgo. Sin embargo, la petrolera estatal de Venezuela está profundamente endeudada y atrasada en los pagos a proveedores de servicios como Baker Hughes.
American y Delta han reducido significativamente sus vuelos a Venezuela desde 2014. Lufthansa, Air Canada, LATAM y Aeroméxico han dejado de volar al país sudamericano totalmente.
Aerolíneas estadounidenses tratan de recuperar en los tribunales los miles millones de dólares en ganancias bloqueados en el país. La Asociación Internacional de Transporte Aéreo dice que Venezuela debe 3,800 millones de dólares a las compañías aéreas.
Otras compañías estadounidenses también se retiran de Venezuela, a medida que aumenta el caos y la inestabilidad. General Motors dejó de operar a principios de esta primavera, después de las autoridades venezolanas incautaron su planta como garantía en una demanda de larga data.
Fuente: expansion.mx