Un equipo de investigadores del Instituto de Ciencia y Tecnología Daegu Gyeongbuk (DGIST) en Corea ha descubierto que el cortisol, la conocida hormona del estrés, podría ser una candidata para prevenir y curar el Parkinson.
El Parkinson es un trastorno neurodegenerativo crónico que provoca la muerte de las neuronas que controlan la producción de dopamina. Este neurotransmisor es el encargado del movimiento muscular y la coordinación en el cerebro, y su ausencia ocasiona que el paciente sufra temblores incontrolables porque sus músculos no reciben adecuadamente las señales cerebrales.
La enfermedad tiene especial incidencia en la población de 60 años en adelante, y los síntomas que se presentan son temblor o rigidez de las extremidades, movimientos lentos o inestabilidad de la postura, entre otros. Con el tiempo conduce a una incapacidad progresiva y también desencadena alteraciones en la función cognitiva, en la expresión de las emociones y en la función autónoma.
Los científicos saben que la mutación o la baja expresión de la proteína parkin, que forma parte del sistema que hidroliza las proteínas intracelulares, acelera la acumulación de las proteínas tóxicas que inducen a la muerte de las neuronas que producen dopamina. En la actualidad el Parkinson se considera una enfermedad incurable, y todavía no existen medicamentos que puedan prevenirla.
Fuente: computerhoy.com