Crean neuroestimulador para tratar la enfermedad del Parkinson

A 200 años de haber descubierto la enfermedad del Parkinson, existe en el mercado un aparato que se implanta debajo de la piel para evitar el temblor y la rigidez del cuerpo, al mismo tiempo que reduce la cantidad de los medicamentos.

El neuroestimulador se coloca a la altura del pecho o en la región abdominal y se conecta a un electrodo que se inserta en el cerebro, un procedimiento que recibe el nombre de Terapia de Estimulación Profunda.

“El mecanismo es bloquear los estímulos entre las neuronas que están generando el movimiento descontrolado a través de impulsos eléctricos, es un aparato muy similar a lo que es un marcapasos”, explicó el vicepresidente y director general de Medtronic México, Fernando Oliveros Arreaga.

En conferencia de prensa para conmemorar los 200 años del descubrimiento del Parkinson fue presentado el caso de Ismael Encinas, quien vive con la enfermedad desde hace 13 años, pero que mantiene un buen control de su cuerpo después de haber sido sometido al tratamiento.

“En mi caso yo tomaba 20 gotas de rivotril y 25 pastillas al día más todo lo que me encontraba”, lamentó el hombre de 49 años de edad, quien asegura que ahora sólo tiene que recargar el neuroestimulador cada dos semanas».

“Es como un marcapasos, le pongo un aparato conectado a una pila externa que la cargo previamente, me pongo a ver una película y en una hora más o menos ya está”.

Entre los requisitos para terapias de este tipo están contar con un diagnóstico definitivo de Parkinson de más de cuatro años de evolución; estado físico apto para una cirugía; y no tener complicaciones como la demencia, comentó la neuróloga Mayela Rodríguez Violante.

La responsable de la Clínica de Enfermedades Neurodegenerativas del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, indicó que procedimientos de este tipo se pueden desactivar o retirar en caso de complicaciones, sin embargo, aclaró que los tratamientos deben ser personalizados y adecuados a las necesidades de cada paciente.

El costo del equipo más el procedimiento de la cirugía equivale a casi un millón de pesos, por lo que especialistas coincidieron en que el tratamiento debe ser más difundido para que se puedan abaratar los precios.

“Si hay 500 mil pacientes en México que tienen Parkinson y sólo se han colocado 400 o 500, entonces estamos diciendo que por cada paciente que ha tenido acceso a esa terapia en México hay mil que no la tienen”, agregó Oliveros Arrega.

Fuente: jornada.unam.mx

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