Por Raúl Pérez
No… no se espanten. No voy a escribir de política ni mucho menos. Se trata de los árbitros de futbol profesionales de nuestro país. Resulta que a petición de los hombres del silbato fue removido de su cargo de director técnico de la Comisión de Arbitraje de la Federación Mexicana de Futbol el Dr. Edgardo Codesal, quien fuera un destacado árbitro y que se ha caracterizado por ser un verdadero docente del arbitraje. Lo interesante de todo esto es que estos mismos señores árbitros fueron quienes se encargaron de solicitar, en su momento, la llegada de Codesal porque el que estaba no les parecía el adecuado, pero ahora que ya no les agradó simplemente conspiraron para provocar, ante el mero mero, el presidente de la mencionada comisión, Héctor González Iñárritu, la renuncia de su jefe inmediato. No voy a juzgar el trabajo del doctor porque no soy especialista en eso de pitar partidos de futbol aunque es un hecho que la plantilla arbitral NO es de lo mejor que hay en la Liga MX. Al parecer ha faltado muchísimo trabajo tanto en el aula como en la cancha para tener al menos un nivel medianamente aceptable y no se sabe a ciencia cierta si la culpa total es de Codesal o es de los propios árbitros que no parecen estar muy interesados en mejorar su desenvolvimiento. Sin embargo lo que es un hecho es que los «nazarenos» han adquirido tal fuerza como gremio, o al menos los cabecillas, que no es la primera vez que realizan una conspiración de este tipo y que obtienen resultados por ello. ¡Cuidado con los árbitros! ya se dieron cuenta de que con un poco de rebeldía González Iñárritu cede a sus peticiones y si éste no se aplica en formar una buena cantidad de elementos de calidad a fin de ir renovando el cuerpo arbitral, en el momento menos oportuno le pueden hacer un movimiento que culmine con un parón de la liga lo cual sería francamente ridículo. No es que esté en contra de los silbantes, yo soy uno de los que critico menos su trabajo; yo siento que cada vez es más difícil dirigir un juego de futbol por la complejidad que conlleva; pero tampoco es muy sano que digamos que se sientan los protagonistas del balompié, que crean que sin ellos no hay futbol y tengan mordiéndose las uñas a su presidente porque en cualquier oportunidad se van a hacer sentir con una petición, que puede ser caprichosa y que termine afectando el desarrollo de la Liga MX. Ahora que, si el titular del arbitraje se quería deshacer de Edgardo pues se la pusieron fácil y, así como no queriendo, aprovechó el viaje y evitó quedar mal con el medio. Pero, OJO, MUCHO OJO, complacer con tanta facilidad a sus dirigidos puede ser muy peligroso para un líder. Este conjunto de árbitros llama la atención por su fuerza grupal y son capaces de pedir cualquier cosa. Ojalá ese poder que tienen como grupo los haga mejorar ostensiblemente dentro de la cancha. Si las actuaciones de los ex-hombres de negro es notoria en cada partido y con ello aportan para un espectáculo futbolístico más amplio, entonces sí, yo no estaría en desacuerdo si le propinaran un golpe de estado al mismísimo González Iñárritu. Al fin que él los complace…
