De acuerdo con el informe de la Dirección General de Epidemiología (DGE) de la Secretaría de Salud (Ssa), el año pasado cerró con un total de 760 muertes maternas en el País, que representan una disminución de 166 defunciones con respecto al cierre de 2015.
La estadística revela que, aunque la mortalidad materna va a la baja, aún persisten 34.4 defunciones por cada 100 mil nacimientos estimados.
El Estado de México se ubicó como la entidad que notificó el mayor número de muertes maternas con 112, seguido de Chiapas (58), Puebla (45), Veracruz (40) y Guanajuato (38). Las principales causas de defunción son enfermedad hipertensiva, edema y proteinuria en el embarazo, parto y puerperio, así como hemorragias obstétricas y aborto.
Cabe recordar que la mortalidad materna es la principal causa de muerte en mujeres en edad reproductiva a nivel global y, según el informe de la DGE, los grupos de edad con mayor riesgo son de 45 a 49 años.
El Secretario de Salud, José Narro Robles, reconoció, durante la primera semana de diciembre, que México no ha alcanzado las metas que se había propuesto para abatir este problema de salud.
«No podemos estar satisfechos a pesar de que sigamos registrando menos muertes maternas, menos muertes neonatales, menos muertes infantiles o preescolares. Simplemente, si nos comparamos con otras naciones, nos daremos cuenta que nos faltan muchos días, muchos trabajos por hacer, muchas cosas para realizar para llegar a la meta que queremos», afirmó durante la instalación del Subsistema Nacional de Datos en Salud Materna y Medicina Crítica.
En tanto, la Ssa ordenó que todas las mujeres que presenten una urgencia obstétrica y acudan a cualquier institución de salud con capacidad, recursos e infraestructura necesarios para su atención, sean atendidas sin importar su derechohabiencia ni afiliación a cualquier esquema de aseguramiento.
Fuente: reforma.com