Con gran esmero, artesanos de la piñata tardan horas en elaborar una sola pieza para que en menos de cinco minutos y con un garrotazo, sea destruida lo que llamaron su “obra de arte”. Son los pobladores de San Marcos Tlazalpan quienes festejaron que todavía no se pierda la tradición del ¡dale, dale, dale… no pierdas el tino!
Enclavado a la orilla del municipio y atravesado por la carretera Atlacomulco-El Rosario, la comunidad de “San Pedro” se viste de colores los meses de noviembre y diciembre, pues miles de piñatas adornan el paso de los lugareños, visitantes y por qué no decirlo, también los llamados “coyotes”, quienes con camionetas se llevan estos tradicionales artículos que son el alma de las posadas.
Con poco más de 15 años de dedicarse no sólo él, sino su familia, a la elaboración de piñatas, Víctor Pérez Gómez platicó con El Sol de Toluca y refirió que por fortuna todavía la tradición les permite vivir de lo que llamó sus “obras de arte”.
“Hace dos años no nos explicamos por qué bajaron las ventas, pero se volvieron a reactivar y en esta ocasión logramos vender un millar de piñatas a base de ollas de barro o de papel periódico endurecido con engrudo”, mencionó.
Explicó que su labor artesanal consiste en la elaboración de piñatas que, dijo, tiene su chiste y para ello dedican varias horas de su tiempo, “a veces nos ponemos a pensar: para qué le dedicamos tanto de nuestro tiempo, si en tan sólo cinco minutos es destruida; pero bueno, es lo que nos da de comer”, comentó.
Destacó que esta labor es realizada prácticamente todo el año, pero que se intensifica en el mes de octubre para que en noviembre, después del Día de Muertos, sean puestas a la venta y así se comiencen a adornar los mercados e inclusive la Central de Abasto de Toluca y la Ciudad de México.
En esta tarea, explicó, participa toda la familia, “en la elaboración de piñatas le entramos todos, es decir, mi esposa y mis hijos tienen todos ellos una labor específica, la idea es que todos nos ocupemos”, añadió.
Víctor Pérez Gómez detalló que para este año elaboraron poco más de un millar de piñatas y prácticamente ya se encuentran en la recta final de las ventas, “no nos podemos quejar, creo que las ventas estuvieron buenas y seguro que este año sí vamos a salir bien”, añadió el artesano.
Al ser cuestionado sobre los apoyos gubernamentales, enfatizó que la mayoría de los artesanos lo hacen de manera independiente, pues no reciben apoyo de ninguna índole, inclusive ni de autoridades municipales, estatales o federales, “aquí los apoyos son un mito, todo lo hacemos nosotros y las autoridades ni siquiera nos ayudan a divulgar lo que hacemos”, subrayó.
Informó que realmente el precio de las piñatas de productor a cliente es muy bajo, “tenemos piñatas desde 25 pesos, que son las mismas que se llevan en camionetas y venden en mercados y tianguis hasta en 150 pesos”.
Ante ello, hizo una invitación a la ciudadanía en general para que acuda a San Marcos Tlazalpan para que adquiera sus piñatas, “aquí pueden venir por tres o cuatro piñatas y les vamos a dar el precio de mayoreo, y es un buen precio”, añadió.
Finalmente, declaró que si la gente voltea a ver a los verdaderos artesanos y les compran sus productos, representa un gran apoyo para ellos, pero sobre todo para que la tradición perdure por muchos años y ellos tengan para vivir.
Fuente: elsoldetoluca.com.mx