Desde hace ocho años, la reserva de la biosfera de la mariposa monarca es considerada como Patrimonio Mundial, debido a “la belleza excepcional” que produce el espectáculo migratorio de mil millones de seres alados que el otoño y parte del invierno, tiñen de color naranja los árboles de oyamel y pino que se encuentran en los bosques de municipios michoacanos y del Estado de México.
Los santuarios de la mariposa monarca representan a uno de los 31 espacios naturales del territorio mexicano que forman parte del patrimonio mundial de la UNESCO.
Durante semanas, las mariposas vuelan miles de kilómetros para llegar a México, donde encuentran la calidez y la humedad que necesitan para reproducirse y así descansar antes de regresar hacia el norte.
Fuente: Excelsior