Comienza a hacerlo hoy mismo…
No es necesario esperar un día en especial para que uno de nuestros propósitos sea ahorrar. Podemos comenzar en cualquier momento, y te será más fácil si sigues algunos de estos consejos:
Anota tus gastos durante un mes
Ahorrar dinero no es tan complicado como parece, pero antes de recortar tus gastos, necesitas saber exactamente en qué se te va el dinero. Para averiguarlo, anota durante un mes tus gastos diarios, semanales y mensuales. Una vez que te des cuenta en qué gastas el dinero, puedes decidir qué cosas son necesarias y de cuáles puedes prescindir.
Págate a ti primero
El secreto para convertir el ahorro en un hábito es darte prioridad a ti. Esto no quiere decir que compres todo lo que te llama la atención, sino que te pagues a ti cada mes al igual que pagas a todos tus acreedores habituales.
Plantéate un objetivo realista a largo plazo y luego “págate” guardando una cantidad de dinero fija en una cuenta de ahorros o de inversiones. Asegúrate de hacerlo el mismo día de cada mes (por ejemplo, cada día 10 del mes). Si te esperas a fin de mes para ver lo que te queda, probablemente te encontrarás con que no te queda gran cosa.
Motívate con un objetivo concreto
Decide qué es lo que de verdad quieres o necesitas y averigua lo que cuesta. Después márcate una meta realista, por ejemplo, date seis meses para ahorrar lo suficiente. Pon fotos de tu objetivo en el refrigerador o en tu billetera. Cada vez que te entren ganas de comprarte unos zapatos nuevos o comprarle a tu hijo un juguete más, que realmente no necesita, mira la foto y pregúntate si deseas tanto este capricho como el objetivo para el cual estás ahorrando.
Llena un frasco con monedas sueltas
Pon un frasco grande y de boca estrecha (para que no puedas meter la mano) en un lugar bien visible, y vacía allí cada noche las monedas que llevas en tus bolsillos.
Reduce tus deudas
Liquidar tus deudas es una de las mejores formas de ahorrar dinero, porque el interés que pagas en la mayoría de los préstamos (especialmente en las tarjetas de crédito), es mucho más alto que el que ganas en la mayoría de las cuentas de ahorros. Así que reduce tanto como puedas tus deudas en tarjetas de crédito, préstamos de estudiante, préstamo para comprar el auto y cualquier otra deuda que puedas tener, para poder ahorrar mucho más.
Ahorra los ingresos extras
Cada vez que recibas una cantidad de dinero extra, por ejemplo, una devolución de los impuestos, un pago que se había retrasado mucho, un bono en el trabajo o un regalo monetario, ingrésalo en tu cuenta de ahorros. O, si tienes deudas, úsalo para pagar tus tarjetas de crédito y préstamos.