Más de 500 taxistas bloquearon con ataúdes la entrada de Acapulco para exigir a las autoridades un alto a los asesinatos en su contra y la renuncia de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda.
Tan sólo en lo que va de este 2025, se han perpetrado 25 homicidios contra el sector.
El bloqueo inició a las 9 de la mañana en la carretera federal México–Acapulco, cerca de la caseta La Venta de la autopista del Sol. De manera inédita los trabajadores del volante colocaron tres féretros, sobre pedestales, en medio de la vialidad.
En las cajas funerarias colocaron pancartas entre las que se leía:
“Narco gobernadora, estás acabando con todo el estado. Recuerda que el pueblo te puso y el pueblo exige que renuncies”, “Eres un mal para nuestro estado, tú acabarás con Guerrero, ten un poco de dignidad y renuncia” y “No dejas mostrar la realidad, le pagas a todos los medios locales, hasta Milenio. Ya cansaste a Guerrero».
En una lona acusaron al «Mayor de Infantería del Ejército, Carlos Arturo Aguilar Reyes» de llegar a “hacer maletas de dolares” por “cuidar” la vía que va de San Marcos, Costa Chica, hasta Las Cruces y la autopista del Sol, en Acapulco, para que El Ruso (presunto líder criminal) «pueda sacar su droga hacía Estados Unidos».
“Señora gobernadora los transportistas de Acapulco vamos a parar labores porque a usted no le interesan los ciudadanos. A usted y Félix Salgado Macedonio (Senador de Morena y padre de la gobernadora) les interesa el poder”.
Al mediodía el director general de la Comisión Técnica de Transporte Vialidad de Guerrero, Arturo Salinas Sandoval, hermano del presidente del Tribunal Superior de Justicia, Ricardo Salinas Sandoval, llegó al lugar para ofrecer a los manifestantes una mesa de diálogo.
Dijo que quería conocer los puntos donde los taxistas quieren seguridad para que la Guardia Nacional, la Defensa y la Policía Estatal acudan en apoyo.
Los ataúdes fueron quemados; tres horas después, el bloqueo continuaba de manera intermitente.
En la víspera dos taxistas fueron asesinados durante su jornada laboral en el bulevar Vicente Guerrero y la avenida Cuauhtémoc.
Y esta mañana, la cabeza cercenada de un chofer fue dejada en el cofre del taxi 117 de la ruta Acapulco–Cuajinicuilapa, en la carretera federal que conduce a Pinotepa Nacional.
Expertos en violencias urbanas y fuentes del sector apuntan que la mayoría de los sitios de transporte público en Acapulco pagan semanalmente cuota o extorsión a organizaciones criminales que operan en el puerto, las más notables son el Cártel Independiente de Acapulco (CIDA) y Los Rusos.
En los últimos crímenes han aparecido cartulinas firmadas presuntamente por el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Las fuentes también indican que choferes de transporte público, obligados o no, sirven como halcones o vigilantes del crimen organizado.?
Los transportistas han reiterado que las autoridades los han dejado solos.
Con información de: proceso.com.mx