Condenan a muerte a los hipopótamos de Pablo Escobar en Colombia

Los hipopótamos introducidos a Colombia por el fallecido narcotraficante Pablo Escobar han sido oficialmente condenados a muerte por los jueces del Tribunal Administrativo de Cundinamarca.

Esta decisión marca el final de un prolongado debate sobre el destino de los llamados «hipopótamos de la cocaína», una manada que se ha convertido en un serio problema ambiental y de seguridad pública.

Los hipopótamos fueron traídos por Pablo Escobar en la década de 1980 como parte de su extravagante colección de animales exóticos en su Hacienda Nápoles. Tras la muerte del narcotraficante en 1993, algunos de los animales escaparon, y los hipopótamos se reprodujeron rápidamente. Actualmente, se estima que hay cerca de 200 ejemplares, y los expertos temen que la población pueda crecer a más de 1.000 si no se toman medidas drásticas.

La manada de hipopótamos ha alterado gravemente los ecosistemas del río Magdalena, contaminando el agua con sus desechos y poniendo en peligro a especies nativas como los manatíes y diversas poblaciones de peces. Según estudios, un solo hipopótamo puede producir hasta 10 kilos de excrementos al día, lo que en África aporta nutrientes esenciales para los ecosistemas fluviales. Sin embargo, en Colombia, el impacto ha sido negativo, ya que las especies locales no están adaptadas a este tipo de contaminación.

Además, se han reportado ataques a pescadores, aumentando el temor de que los hipopótamos representen una amenaza directa para los seres humanos.

El viernes 6 de septiembre, los jueces señalaron que los intentos previos para controlar la manada, como la esterilización y la reubicación de algunos animales, han fracasado. «La situación no puede prolongarse más», afirmó Juan Pablo Sarmient, experto en cambio climático, destacando la urgencia de eliminar esta especie invasora para proteger tanto el medio ambiente como la vida humana.

La sentencia del tribunal ha dado un plazo de tres meses al Ministerio del Medio Ambiente de Colombia para implementar la erradicación de los hipopótamos, poniendo fin a un problema que lleva más de tres décadas sin resolverse.

La controversia sobre qué hacer con los hipopótamos ha atraído la atención de grupos defensores de la vida silvestre, quienes han abogado por alternativas menos letales, como la reubicación en otros países. En su momento, se propuso enviar la manada a México, pero estas opciones no han sido viables, según las autoridades.

La decisión judicial sienta un precedente en la lucha contra especies invasoras, un problema que, según Sarmient, afecta a muchos países alrededor del mundo, y cuya solución es vital para proteger la biodiversidad.

Con información de: debate.com.mx

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *