Checo Pérez pone de fiesta a México tras subirse al podio en casa

Checo Pérez domó al búfalo rojo en casa. El piloto de Red Bull finalizó en la tercera posición en el Gran Premio de Ciudad de México, lo que ningún mexicano había conseguido. La carrera, para frenesí de Red Bull, se la llevó Max Verstappen. Hamilton se quedó con el segundo sitio.

Antes de Pérez, el mejor sitio para un mexicano fue el de Pedro Rodríguez en 1968 cuando finalizó cuarto. Las experiencias pasadas del hoy piloto de Red Bull no habían sido tan gratas luego de finalizar séptimo en 2017 y 2019.

Pérez largó desde la cuarta posición. Tenía expectativas de sacar ventaja en la recta y hacer trabajo de equipo junto a Max Verstappen. Y así ocurrió. En la salida Valtteri Bottas, líder de la carrera, se impactó contra Daniel Ricciardo. Eso abrió el camino para que Pérez se saliera de la pista y después regresara. Subió un puesto, aunque veía de reojo a Pierre Gasly, el francés que quiere reconquistar Red Bull. Verstappen se fue de lleno a la punta. Luego vino el safety car para enfriar la carrera porque quedaron fuera de combate los autos de Tsunoda y Schumacher. Bottas, el ganador de la pole, terminó en el fondo.

El relanzamiento era otra oportunidad para adelantar. Checo Pérez se enfocó en protegerse de Gasly e intentar no perder de vista a Hamilton. Ese tercer lugar parcial era la alegría mayor para todos los checomaniáticos en las tribunas. “Mis neumáticos están mejorando”, dijo Pérez en el giro 16 cuando estaba teniendo un mejor desempeño. El de Guadalajara metía presión.

“Estos chicos son muy rápidos para nosotros”, lanzó Hamilton sobre los pilotos de Red Bull en un comentario entre verdad y estrategia. “No me puedo alejar de él”, insistía el británico en referencia a Checo Pérez. “Vamos a acortar la distancia”, le pedían al mexicano los ingenieros. Hamilton salió en la vuelta 30 a cambiar neumáticos. El británico había caído al quinto sitio, pero muy pronto subió al tercer puesto luego de que sus rivales cambiaran de gomas: Gasly y Sainz.

En la vuelta 33, Verstappen entró a los pits. Pérez se puso como líder de la carrera durante seis vueltas para lucirse ante su público y esperar que Verstappen se le acercara para que Red Bull no perdiera el liderato. En el giro 41, el mexicano salió y quedó detrás de Hamilton. El cambio de llantas, esta vez, fue muy buena con un tiempo de 2,2 segundos. “¿Qué tan lejos está Checo de Lewis?”, preguntaba Verstappen. El mexicano, vuelta a vuelta, iba descontando segundos en el cronómetro. A falta de 11 vueltas, Pérez lo alcanzó para ponerse a tiro para rebasarlo. Hamilton se dedicó a sufrir para protegerse.

El reto era superar a un siete veces campeón de la Fórmula 1. La pericia del rey de la pista le ayudó para ponerse a cubierto frente al mexicano. Los autos rezagados, como Fernando Alonso, abrieron los huecos para que Mercedes y Red Bull se atacaran entre sí. “¡Gasta todo!”, le pidieron a Pérez para dar lo mejor en la vuelta final y fue insuficiente. Historia para el mexicano para felicidad de los suyos. “¡Vamos por unos tequilas!”, lanzó Pérez al llegar a los garajes. Checo fue alzado en hombros por sus compañeros, como si él hubiese ganado la carrera ante 372.000 aficionados en el autódromo Hermanos Rodríguez. Verstappen celebró con él con la bandera mexicana.

Verstappen lidera el Mundial con 312,5 puntos frente a los 293,5 de Hamilton. Checo Pérez se afianza en el cuarto lugar de pilotos con 165, por delante de Lando Norris (150). Pérez dejará su país con un palmarés más abultado: 15 podios. Los suyos se dejaron llevar por el arrebato del momento con ovaciones. En el mítico Ángel de la Independencia grupos de aficionados salieron a celebrar el logro del único latinoamericano en la élite de la Fórmula 1.

Con información de: elpais.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *