Las autoridades de la ciudad de Heihe, en el norte de China, anunciaron medidas de confinamiento debido a los últimos rebrotes de la COVID-19, que ya habían provocado hasta ahora el cierre de otras dos ciudades.
En un comunicado publicado en la red social WeChat, las autoridades de Heihe confirmaron este viernes que algunos distritos de la ciudad han pasado a ser considerados “de riesgo medio” de contagio.
Esta ciudad, que cuenta con un millón y medio de habitantes y está situada en la frontera que la provincia nororiental de Heilongjiang tiene con Rusia, se une así a otras localidades como Ejin (norte) y Lanzhou (centro), que han sido confinadas en los últimos días por un rebrote a escala nacional que deja ya más de 340 casos activos.
Las medidas pasan por un confinamiento de los complejos residenciales, en los que se restringen las salidas a una sola persona por hogar cada dos días, y por la prohibición de toda reunión multitudinaria en la ciudad.
También se exigirán tomas de temperatura y estar en posesión de un código QR verde en las aplicaciones móviles de seguimiento -que garantiza que una persona no está infectada o no ha estado en contacto con contagiados- para poder entrar en cualquier lugar público.
El Gobierno local, que también anunció controles en las carreteras para evitar la salida de residentes, aseguró que Heihe debe prepararse ahora para “luchar una difícil batalla”.
También se exigirán tomas de temperatura y estar en posesión de un código QR verde en las aplicaciones móviles de seguimiento -que garantiza que una persona no está infectada o no ha estado en contacto con contagiados- para poder entrar en cualquier lugar público.
El Gobierno local, que también anunció controles en las carreteras para evitar la salida de residentes, aseguró que Heihe debe prepararse ahora para “luchar una difícil batalla”.
El actual rebrote se detectó a mediados de octubre a raíz del viaje de un grupo de jubilados a zonas turísticas de las provincias de Gansu, Mongolia Interior (norte) y Shaanxi (centro) y, según las autoridades sanitarias, está causado por la variante Delta, considerada más contagiosa.
Pese a que ya se han administrado más de dos mil 250 millones de dosis de vacunas entre la población china, de mil 411 millones de habitantes, las autoridades continúan su política de tolerancia cero contra el COVID, lo que implica confinamientos selectivos y test masivos de coronavirus en todas aquellas zonas en las que se detectan casos.
Según las cuentas de la Comisión Nacional de Salud, desde el inicio de la pandemia se han infectado 97 mil 002 personas en el país, entre las que 91 mil 665 han logrado sanar y cuatro mil 636 fallecieron.
Con información de: sinembargo.mx