Mujeres con bebés en las manos, familias completas, jóvenes enfadados ocultando sus rostros para escapar de las cámaras al bajar de los autobuses… Esta es la imagen que ofrece la deportación de algunos de los haitianos que acampaban bajo un puente en la frontera entre México y Estados Unidos.“Me gasté unos 10 mil dólares para hacer el viaje desde Chile hasta los Estados Unidos. Y tal vez más”, dijo un deportado a un medio local sobre su largo viaje para intentar ingresar a Estados Unidos, que empezó este domingo a deportar a decenas de los haitianos retenidos en un campamento improvisado bajo un puente en la localidad de Del Río, en el sur de Texas, tras un cruce masivo en la frontera.
El hombre, que no dijo su nombre, calificó de “muy difícil” lo vivido.
“Pasamos cuatro días en la cárcel de Estados Unidos sin lavarnos los dientes ni comer”, afirmó.
Aunque “todo el mundo sueña con vivir en Estados Unidos” su idea era llegar hasta Canadá. “No voy a esperar una semana para volver. Vuelvo a Chile, donde tengo la residencia permanente. No puedo quedarme aquí”, añadió.
Un total de 208 haitianos que intentaban entrar ilegalmente a Estados Unidos fueron devueltos este domingo a Haití, informó a Efe una fuente oficial del Gobierno, en un contexto sociopolítico y económico marcado por una aguda crisis.
De los tres vuelos previstos para este domingo ya han llegado dos, declaró a Efe Jean Négot Bonheur Delva, coordinador de la Oficina Nacional de Migración.
Según el funcionario, todos los vuelos deberían traer 145 pasajeros, pero recibió 98 personas en el primer vuelo y 110 en el segundo.
“Son personas que han intentado entrar en Estados Unidos a través de sus fronteras con México. Se trata de personas que vivían en Chile, México, Panamá y Brasil en particular”, añadió.
Estas personas han salido de países latinoamericanos en los que estaban legales para entrar ilegalmente en Estados Unidos.“Están abandonando estas zonas. Quieren volver a Estados Unidos”, dijo.
Con información de: sinembargo.mx