El banderillero Mariano de la Viña, herido de gravedad este domingo en Zaragoza, España, se encuentra sedado e intubado en la UCI de la clínica Quirón de la capital aragonesa tras ser intervenido de dos cornadas “muy graves”, una de 27 centímetros en la ingle derecha que arranca la femoral y otra de 22 centímetros en el glúteo.
El parte médico oficial, que firma el doctor Val-Carreres, cirujano jefe de la plaza de toros de Zaragoza, señala que se tuvo que reanimar tres veces al veterano subalterno tras entrar en la enfermería con paro cardíaco debido a la cantidad de sangre que perdió.
De la Viña sufrió una “cornada en el triángulo de Scarpa derecho con orificio de entrada de 12 centímetros y dos trayectorias, una ascendente de 27 centímetros que arranca la arteria femoral superficial y rompe en su porción distal la arteria ilíaca interna con rotura del músculo sartorio y aductor mediano, penetrando en espacio retroperineal”.
Otra herida más “en el glúteo izquierdo con orificio de entrada de 8 centímetros y una trayectoria hacia adelante de 22 centímetros que penetra en escotadura ciática alcanzando el espacio que hay entre el recto y la vejiga tras arrancar la arteria ilíaca interna izquierda en su origen; además de un traumatismo craneoencefálico“.
El herido ingresó en la enfermería en situación cataclísmica inconsciente, con un hemorragia de gran intensidad, la cual fue controlada, consiguiente, además, estabilizarlo. El pronóstico es muy grave”.
Tras la primera intervención en la plaza de toros de Zaragoza, De la Viña fue nuevamente operado de urgencia a su llegada a la clínica Quirón, donde permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos “sedoanalgesiado, precisando drogas de soporte vasoactivo y respiración asistida”, según recoge el parte emitido también por este centro hospitalario de la capital aragonesa.
En el mismo se añade que “las heridas presentan buen aspecto”, no hay signos de sangrado activo, la perfusión de la extremidad inferior derecha es correcta y los drenajes han rendido cantidades moderadas”.
El pronóstico del paciente, que esta mañana ha presentado febrícula, sigue siendo “muy grave”, según concluye el parte que firma el doctor Jesús Cortés.
El otro herido del festejo que echó el cierre a la Feria del Pilar fue el matador de toros Miguel Ángel Perera, quien fue operado ya a su llegada al hospital de: cornada a nivel de la unión de tercio medio inferior de la cara posterior del muslo izquierdo con orificio de entrada de 7 centímetros y dos trayectorias”
“Una ascendente de 20 centímetros que dislacera fibras de los músculos isquiotibiales, y otra externa de cuatro centímetros que se pierde en el tejido celular subcutáneo, de pronóstico grave“.
Esta misma mañana ha sido revisado por el doctor Val-Carreres, que ha confirmado que el torero ha pasado la noche tranquilo, las heridas presentan buen aspecto y los drenajes funcionan correctamente.
Con información de EFE