Grupos del crimen organizado están involucrados en el saqueo y desfalco a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de acuerdo con un reporte enviado por la Dirección General del organismo a diferentes áreas gerenciales.
La revelación corresponde al apartado “Acciones y propuestas para la Auditoría Interna”, un añadido del Plan Anticorrupción implementado por el director Manuel Bartlett Díaz, el cual fue compartido a Crónica.
Los daños se concentran en las llamadas “pérdidas no técnicas” de los sistemas de transmisión y distribución, relacionadas con delitos cometidos contra el organismo, en especial el robo de infraestructura e insumos.
Tan sólo en 2018, la estafa por esta modalidad superó los 50 mil millones de pesos.
En el documento, Bartlett alerta sobre el combate “de los ilícitos que se generan entre particulares en perjuicio de la CFE, lo que incluye a la delincuencia organizada, particularmente vinculada a pérdidas no técnicas”.
La Comisión representa estos quebrantos no técnicos mediante un porcentaje de la pérdida de energía eléctrica sobre el total recibido en cada una de sus Unidades de Negocio (UDN) distribuidas a lo largo del país.
De acuerdo con la Dirección Corporativa de Operaciones, estás pérdidas rondan el 11 por ciento anual. “Las no técnicas regularmente son ilícitos, y andan sobre el 11 por ciento, hemos estado reduciendo a partir de que se nos dejó a cargo toda la parte central, cuando hubo la liquidación de Luz y Fuerza”, explicó hace unos días Carlos Morales Mar, director del área.
Aunque el funcionario se refirió de manera exclusiva al porcentaje de pérdidas no técnicas, este diario constató que tal número incluye también las técnicas, producidas por el calentamiento de elementos conductores de la electricidad.
La gama de ilícitos incluye el robo de transformadores de servicio, redes de cable, medidores y estructuras de transmisión.
De acuerdo con el Programa de Ampliación y Modernización de las Redes Generales de Distribución 2018-2032, de las 16 UDN mediante las cuales CFE proporciona el servicio de electricidad en todo el territorio nacional, las instalaciones más afectadas por los hurtos y otras prácticas ilícitas son Valle de México Norte (18.69 por ciento) y Valle de México Sur (17.37%), aunque también hay alta incidencia en Golfo Norte, Valle de México Centro, Centro Sur, Oriente, Jalisco, Sureste, Centro Oriente y Norte, cuyos porcentajes van del 6.2 al 10.7 por ciento.
La dependencia planea a corto plazo la implementación de una red inteligente para georreferenciar los lugares donde se cometen los actos atribuibles al crimen organizado y otras actividades vandálicas.
La idea, según Morales Mar, “es garantizar que la reducción de pérdidas vaya mejorando las finanzas de la institución”.
En el documento referido, el cual fue enviado a la Coordinación de Control Interno, a la Dirección de Desarrollo de Proyectos y a la Gerencia de Seguimiento y Control, entre otros departamentos, Bartlett pide “dar seguimiento a las causas que generan pérdidas técnicas y no técnicas, a efecto de revertir con eficacia las consecuencias y porcentaje de dichas pérdidas”.
BURLA. De 2006 a 2018, entre las administraciones de Enrique Ochoa Reza y Jaime Francisco Hernández, la Comisión pagó 38 millones 600 mil dólares a la empresa Tecnologías EOS S.A de C.V por un proyecto para reducir las pérdidas de energía eléctrica en líneas de distribución de la Ciudad de México y del Estado de México, ubicados entre los principales focos rojos.
El plan —con un plazo de ejecución de 540 días— consistió en la construcción e instalación de cuatro obras en las zonas denominadas Ermita y Tenango, las cuales se desarrollaron entre anomalías, desvíos y ausencia de reportes de ejecución, viabilidad y eficacia.
Pese a la inversión millonaria, los resultados fueron nulos y los episodios delictivos e intervención de bandas organizadas siguieron presentándose.
“Dichas obras implican trabajo de ingeniería, capacitación, suministro, construcción civil, electromecánica, montaje y pruebas, así como la instalación de 91 mil 765 tipo AMI con cualquier medio de comunicación”, describió Transparencia Mexicana (TM), la cual fungió como testigo social en la licitación y al final —como lo hizo en los últimos años— avaló el procedimiento.
“La convocante se apegó a lo establecido en la Ley de Obras Públicas y su reglamento, así como a la convocatoria durante las distintas etapas de licitación, la cual fue elaborada en cumplimiento a lo establecido en las disposiciones jurídicas aplicables. Transparencia observó que todos los actos se realizaron en apego a derecho”, concluyó.
Esto, a pesar de que la Comisión emitió el fallo a favor de Tecnologías EOS antes de conocer el dictamen y opinión de TM.
Conforme al Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico emitido por la CFE y el cual consideta acciones hasta 2028, se planea alcanzar hasta 2024 un nivel de pérdidas comparable con estándares internacionales del 8 por ciento, porcentaje también aceptado por la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
Las pérdidas no técnicas incluyen también fallas de medición, errores de facturación y manipulación de equipos.
Pérdidas no técnicas (algunas causas)
Hurto de transformadores de servicio
Saqueo de redes de cable
Robo de medidores y estructuras de transmisión
Fallas de medición
Errores de facturación
Manipulación de equipos
Instalaciones más afectadas
Valle de México Norte (18.69 %)
Valle de México Sur (1.37%)
Golfo Norte, Valle de México Centro, Centro Sur,
Oriente, Jalisco, Sureste,
Centro Oriente y Norte (van del 6.2 al 10.7%)
Con información de: cronica.com.mx