Por unanimidad, la 60 Legislatura del Estado de México aprobó la minuta proyecto de decreto de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión que, mediante la adición de un apartado C al artículo 2º de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, reconoce a las comunidades y los pueblos afromexicanos, cualquiera que sea su autodenominación, como parte de la composición pluricultural del país.
En sesión deliberante del Cuarto Periodo Extraordinario, para el cual fue elegida presidenta la legisladora Karla Fiesco García (PAN), el Pleno dio su aval, en calidad de miembro del Congreso Constituyente Permanente a la reforma que tiene el propósito de que estos pueblos y comunidades, considerados la tercera raíz de la población mexicana, puedan alcanzar igualdad de oportunidades y se consiga sancionar las manifestaciones discriminatorias en su contra.
Agrega el documento, dispensado de trámite a comisiones de dictamen, cuyos resolutivos leyó en tribuna la legisladora Nancy Nápoles Pacheco, que en la Constitución quedará consignado que este sector tendrá, al igual que los pueblos indígenas, entre otros derechos el de decidir sus formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural; aplicar sus propios sistemas normativos en la regulación y solución de sus conflictos internos, sujetándose a los principios generales de la Constitución, respetando las garantías individuales, los derechos humanos y, de manera relevante, la dignidad e integridad de las mujeres.
Asimismo, elegir de acuerdo con sus normas, procedimientos y prácticas tradicionales, a las autoridades o representantes para el ejercicio de sus formas propias de gobierno interno, garantizando que las mujeres y los hombres disfrutarán y ejercerán su derecho de votar y ser votados, y desempeñar los cargos públicos y de elección popular para los que hayan sido electos o designados.
También serán derechos de los pueblos afromexicanos preservar y enriquecer sus lenguas, conocimientos, cultura e identidad; conservar y mejorar el hábitat y preservar la integridad de sus tierras; acceder al uso y disfrute preferente de los recursos naturales de los
lugares que habitan y ocupan las comunidades, salvo aquellos que corresponden a las áreas estratégicas.
De esta manera se espera hacer justicia a un sector de la población que suma casi un millón y medio de mexicanos con presencia en todo el país y asentados principalmente en los estados de Veracruz, Oaxaca y Guerrero.